Abou Sangaré, un joven actor guineano de 23 años, ha sido autorizado a trabajar en Francia con un visado de un año, tras haber ganado reconocimiento internacional por su papel principal en la película ganadora del Festival de Cannes 2024, Souleymane’s Story. Esta obra cinematográfica aborda la vida de un migrante guineano que se enfrenta a la difícil tarea de solicitar asilo mientras trabaja como repartidor en París.
Sangaré se ha visto obligado a lidiar con la burocracia migratoria en Francia, donde sus tres solicitudes anteriores de visado de trabajo habían sido denegadas, lo que le había colocado en una situación de riesgo de deportación. Sin embargo, esta semana ha recibido el permiso que le permitirá permanecer en el país y avanzar en su carrera profesional. En una reciente entrevista, Sangaré expresó su decisión de poner su carrera actoral en pausa para dedicarse a un nuevo trabajo como mecánico, su formación profesional. “Puede que haya ofertas, pero soy mecánico, esa es mi profesión”, declaró a un medio francés.
La historia personal de Sangaré refleja de manera inquietante los temas tratados en Souleymane’s Story. El actor dejó Guinea a los 15 años en 2016 para ayudar a su madre enferma, un viaje que le llevó a atravesar varios países, incluido un período de encarcelamiento en Libia tras un intento fallido de cruzar el Mediterráneo. Después de llegar a Italia, finalmente se estableció en Francia en mayo de 2017. A pesar de los obstáculos que se le presentaron, como la denegación de su reconocimiento como menor, Sangaré continuó su formación académica y se graduó como mecánico, una habilidad muy valorada en el país galo.
Su carrera cinematográfica despegó el año pasado cuando se encontró con el director Boris Lojkine. Tras varias audiciones, logró conseguir el papel protagónico en la película, que ha sido aclamada por la crítica y ha ganado premios en Cannes, incluyendo el Premio del Jurado y el Premio a la Interpretación en la sección Un Certain Regard.
El éxito de Souleymane’s Story se presenta en un contexto en el que Francia está adoptando una postura más estricta en relación con la inmigración irregular. El actual gobierno ha prometido endurecer las políticas para facilitar la deportación de inmigrantes sin estatus legal permanente. En 2023, se registraron más de 130,000 órdenes de deportación, lo que posiciona a Francia como el país de Europa con el mayor número de procedimientos de expulsión.
El profesor Serge Slama, especializado en derecho público, ha señalado que la situación de los inmigrantes en Francia es compleja y está marcada por un debate intenso sobre la política migratoria. La historia de Abou Sangaré no solo es un reflejo de su esfuerzo personal, sino también de los desafíos que enfrentan muchos migrantes en su búsqueda de una vida mejor en Europa.