Con el inicio de la temporada de premios, las películas que se perfilan como favoritas para los Oscar comienzan a tomar forma, pero también emergen los llamados «villanos». En esta edición, la película que destaca por su controversia es Emilia Pérez, que ha cosechado numerosos premios en los Globos de Oro y nominaciones en los SAG Awards, mientras enfrenta críticas de parte de algunos sectores.
El concepto de «villano» en las competiciones de cine se ha popularizado en los últimos años. Según el periodista Bobby Finger, se trata de seleccionar una película menos apreciada y criticarla intensamente durante meses, convirtiéndola en un enemigo cultural. Películas como Three Billboards Outside Ebbing, Missouri y Green Book han sido consideradas villanas en sus respectivas temporadas, a pesar de haber recibido premios importantes, incluyendo el Oscar a la Mejor Película.
El fenómeno de los villanos cinematográficos suele estar relacionado con la percepción pública y la crítica. En ocasiones, las películas son vistas como intentos de mostrar virtud que no logran cumplir con las expectativas. Por ejemplo, Three Billboards fue bien recibida en festivales, pero enfrentó un rechazo considerable cuando llegó al público en general. Esta dinámica genera un ciclo de premios y críticas que puede volverse en contra de las películas.
En el caso de Emilia Pérez, una comedia musical de crimen en español dirigida por Jacques Audiard, la historia sigue a una abogada mexicana que ayuda a un conocido jefe de cartel a hacer la transición a la vida como mujer. Aunque la película ha ganado premios y ha tenido un desempeño notable en festivales como Cannes, su recepción pública ha sido menos entusiasta, no logrando destacar en las listas de películas más vistas en plataformas como Netflix.
La película también ha sido objeto de críticas por la falta de representación adecuada de actrices mexicanas en el elenco principal y por la actuación de una actriz no hispanohablante en un papel que requiere fluidez en español. Además, GLAAD ha cuestionado la forma en que el filme utiliza la identidad transgénero de la protagonista como un arco de redención, lo que ha sido calificado como «profundamente retrógrado».
A medida que Emilia Pérez continúa acumulando premios, el descontento también ha crecido, lo que plantea interrogantes sobre su estatus de villano y cómo esto puede afectar su desempeño en los Oscars. La película ha sido objeto de discusión en redes sociales, especialmente tras su victoria en los Globos de Oro, con una polémica que podría influir en la percepción de los votantes de la Academia.
