Ryan Reynolds realizó su primera aparición pública el pasado martes en la ceremonia de los National Board of Review Awards en Nueva York, donde tuvo la oportunidad de presentar la película Wicked, que ha sido nombrada como la Mejor Película de 2024. Este evento se produce en un contexto mediático complicado para el actor, quien ha estado en el centro de la atención debido a un clip viral relacionado con su próximo proyecto cinematográfico, Deadpool & Wolverine, así como por la controversia que rodea a su esposa, Blake Lively, y la batalla legal de esta con el director Justin Baldoni.
Durante su discurso en el evento, Reynolds hizo una reflexión sobre el sexismo en la industria del cine, enfatizando que las historias sobre mujeres suelen ser juzgadas bajo estándares más estrictos. «Wicked es sin duda malvado», comentó, añadiendo que «las historias sobre mujeres parecen estar sujetas a un conjunto diferente de normas». Su intervención se produce justo después de que Lively presentara acusaciones de acoso sexual y represalias contra Baldoni, lo que añade una carga emocional a su aparición.
La controversia que rodea a Reynolds se intensificó a raíz de un clip de Deadpool & Wolverine, donde su personaje parece burlarse de Baldoni. En el clip, se observa a un personaje alternativo llamado Nicepool, que imita el estilo de Baldoni, mientras hace comentarios que han sido interpretados como despectivos. El abogado de Baldoni, Bryan Freedman, ha afirmado que el clip es una burla evidente hacia su cliente y ha prometido que Reynolds será nombrado en la contrademanda de Baldoni.
En el clip, Nicepool hace referencias a Lively, comentando sobre su reciente maternidad de manera que Lively ha interpretado como un acto de desdén hacia su figura. Esto se alinea con las acusaciones que Lively ha presentado contra Baldoni, donde también lo acusa de haberla avergonzado por su cuerpo tras el parto. Baldoni ha negado las afirmaciones de Lively, describiéndolas como «falsas y destructivas».
El abogado Freedman ha señalado que el clip de Deadpool podría tener repercusiones legales, ya que se ha presentado como una forma de desprestigiar las denuncias serias de acoso sexual. En la misma línea, Lively y su equipo legal han criticado las tácticas de Baldoni, acusándolo de «culpar a la víctima», lo que, según ellos, trivializa las alegaciones de conducta indebida.
El actor ha mantenido un perfil bajo desde que comenzaron las acusaciones, y su aparición reciente parece ser un intento de desmarcarse de la controversia que rodea a su esposa. Sin embargo, el vínculo entre ambos casos sigue siendo un punto de atención mediática, lo que plantea preguntas sobre la influencia de la cultura del entretenimiento en las dinámicas de género y poder en el ámbito laboral.
