Un exmiembro de las fuerzas especiales británicas ha testificado ante una investigación pública que durante las operaciones contra los talibanes en Afganistán, los comandos británicos tenían una política de matar rutinariamente a civiles. Este testimonio forma parte de una indagación sobre la conducta de las fuerzas especiales del Reino Unido, incluyendo al SAS, en la provincia de Helmand entre 2010 y 2013.
El soldado, identificado solo como N1799, declaró que durante estas operaciones se afirmaba que «todos los hombres en edad de combate son objetivos», independientemente de la amenaza que representaran. Esto incluía a aquellos que no portaban armas. Además, el testigo indicó que se ejecutaba a «hombres en edad de combate» dentro de los recintos, utilizando diversos métodos tras haber sido sometidos.
En uno de los casos mencionados, el testigo relató que se colocó una almohada sobre la cabeza de un individuo antes de ser asesinado con una pistola. N1799 expresó su sorpresa por la edad y los métodos utilizados para matar a los afganos. Según su testimonio, los soldados utilizaban términos como «flat packing» para describir estas supuestas ejecuciones.
Otro excomando afirmó que las fuerzas especiales contaban con un «pase dorado que les permitía salirse con la suya» en relación con estos actos. Sin embargo, ninguno de los soldados que proporcionaron su testimonio afirmó haber presenciado los asesinatos directamente.
Durante la investigación, se reveló que algunos soldados habían expresado preocupaciones sobre la conducta de sus compañeros. Según un testimonio citado por el New York Times, un soldado cuestionó en un correo electrónico si las unidades del SAS estaban fabricando escenarios que les permitieran matar a combatientes afganos, a lo que otro oficial respondió: «estos afganos son tan estúpidos que merecen morir».
La firma de abogados Leigh Day, que representa a las familias de las víctimas, argumentó el año pasado que había al menos 30 «incidentes sospechosos» que resultaron en la muerte de más de 80 personas. Las tropas británicas y otras fuerzas occidentales abandonaron Afganistán en 2021, tras dos décadas de insurgencia talibán. Durante su ocupación, el Reino Unido perdió 457 soldados.