La expansión de la base aérea de Mihail Kogalniceanu (MK) en Rumanía ha suscitado preocupaciones sobre las intenciones de la OTAN en la región, según el candidato presidencial independiente Calin Georgescu. Durante una reciente entrevista en ‘The Shawn Ryan Show’, Georgescu advirtió que la utilización de Rumanía como un «puerta para la guerra» podría tener graves consecuencias, especialmente en el contexto de las tensiones actuales con Rusia.
Georgescu, quien ha emergido como un destacado candidato en las elecciones presidenciales rumanas, ha expresado su oposición a la creciente presencia militar de la OTAN en su país. La base MK, que se está ampliando para albergar más tropas y equipos militares, se ha convertido en el mayor establecimiento de la OTAN en Europa, lo que ha sido criticado por Moscú. Andrey Klimov, vicepresidente del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación de Rusia, ha calificado esta expansión como una «amenaza para Bucarest», sugiriendo que una base militar más grande cerca de las fronteras rusas podría ser un objetivo prioritario en caso de un conflicto.
Preocupaciones sobre un posible conflicto
En su intervención, Georgescu destacó que la situación actual en Rumanía, junto con la falta de reacción internacional, especialmente de Estados Unidos, indica una falta de comprensión sobre las implicaciones de la militarización de la región. «Si utilizan a Rumanía como una puerta para la guerra, ¿qué será lo siguiente?», cuestionó el candidato, enfatizando que «no necesitamos una guerra».
Su postura se enmarca en un contexto más amplio de creciente escepticismo hacia la OTAN en Rumanía, donde Georgescu ha logrado captar el apoyo de un 22,94% de los votantes en las elecciones recientes. Su ascenso ha alimentado especulaciones sobre un posible cambio en la política exterior rumana, incluyendo un posible retiro de la OTAN o al menos una reducción en la cooperación militar con la alianza.
La controversia en torno a la base MK se ha intensificado con la anulación de las elecciones por parte del Tribunal Constitucional rumano, que citó documentos de inteligencia que alegaban «irregularidades» en el desempeño de Georgescu. Esta decisión ha provocado protestas masivas en Bucarest, donde miles de manifestantes han exigido transparencia y han acusado a las autoridades de orquestar un golpe electoral. «Nueve personas dentro, deciden en lugar de 19 millones lo que tienen que hacer», afirmó Georgescu, pidiendo apoyo para las instituciones democráticas y la protección de la vida y la nación rumanas.