La precocidad en el deporte: riesgos y reflexiones necesarias
En España, la legislación establece una serie de límites en cuanto a la capacidad de los menores para participar en diversas actividades. Mientras que no pueden votar, trabajar o mantener relaciones sexuales consentidas hasta alcanzar la mayoría de edad, se les permite competir en deportes de motor desde muy jóvenes, incluso a partir de los seis años. Esta situación ha suscitado un amplio debate sobre la aceptación social de la precocidad en el deporte y los peligros que conlleva, especialmente en actividades que implican un alto riesgo, como el motociclismo. La reciente tragedia del niño holandés Sid Veijer, de siete años, quien perdió la vida tras un accidente durante un entrenamiento de minimoto, ha puesto de relieve la necesidad de una reflexión profunda sobre este asunto.
Javier Urra, psicólogo forense y primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, enfatiza la importancia de buscar un equilibrio en la práctica deportiva infantil. Aunque las federaciones suelen implementar medidas de seguridad, el riesgo inherente a montar en una moto o participar en deportes extremos continúa presente. Urra destaca que el Estado tiene la responsabilidad de velar por los derechos de los menores y de asegurarse de que se tomen las precauciones adecuadas para minimizar los peligros. Sin embargo, también advierte que los niños, por su naturaleza, a menudo no son capaces de evaluar correctamente los riesgos asociados con estas actividades.
La presión que algunos padres ejercen sobre sus hijos para que se conviertan en campeones puede llevar a situaciones en las que se priorizan los logros deportivos por encima del bienestar del menor. Es fundamental que se establezcan límites claros y se supervisen las actividades para evitar que la búsqueda de éxito derive en una experiencia negativa para el niño. La responsabilidad no solo recae en los padres y las federaciones, sino también en la sociedad, que debe cuestionar hasta qué punto se fomenta una cultura que valora la precocidad en el deporte. Es esencial encontrar un enfoque que permita a los niños disfrutar del deporte sin poner en peligro su salud y bienestar.
