El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha instado a India y Pakistán a establecer un diálogo más cercano en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) para abordar problemas como el terrorismo y el crimen organizado en la región. Lavrov ha señalado que esta plataforma podría ser útil para que ambos países se hagan preguntas y obtengan respuestas sobre temas de seguridad.
Durante una conferencia de prensa en Moscú, el ministro ruso destacó la eficacia del marco de contrarresto al terrorismo de la SCO para abordar los problemas de seguridad en Asia Central y del Sur. «Hay un intercambio de información, considerando que el financiamiento del terrorismo está vinculado al tráfico de drogas y otras actividades criminales», afirmó Lavrov. También mencionó el impulso de Rusia para establecer un centro unificado dentro de la SCO para combatir amenazas emergentes, como el narcotráfico y la trata de personas, sugiriendo que esta iniciativa podría materializarse durante este año.
Lavrov subrayó la importancia de fortalecer la confianza dentro de la SCO, especialmente en el formato que actualmente trabaja en Afganistán, señalando que los esfuerzos contra el terrorismo requieren la unión de esfuerzos entre Pakistán, Afganistán e India. La SCO, establecida formalmente en 2001 por Rusia, China, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, se centra en la cooperación en materia de seguridad entre sus estados miembros. India y Pakistán se unieron al grupo en 2017, lo que añadió una dinámica compleja debido a sus históricas relaciones tensas. Irán, un actor regional clave, fue admitido como miembro pleno en 2023 tras haber sido estado observador desde 2005.
Relaciones tensas y el papel de la SCO
Las relaciones entre India y Pakistán, ambos con reclamos sobre la región de Cachemira, se han deteriorado significativamente en los últimos años. Aunque inicialmente había esperanzas de un diálogo renovado tras la llegada al poder del primer ministro indio Narendra Modi en 2014, estas perspectivas se desvanecieron tras los mortales ataques terroristas en Uri en 2016 y en Pulwama en 2019. La revocación por parte del gobierno indio del estatus especial del estado de Jammu y Cachemira en 2019 también agravó las tensiones bilaterales.
El ministro de Asuntos Exteriores de India, S. Jaishankar, quien visitó Islamabad en octubre del año pasado para la cumbre de la SCO, destacó que el éxito del grupo depende del compromiso de todos sus miembros con la carta de la organización, lo que implica «ser firmes e inflexibles en la lucha contra los ‘tres males’: terrorismo, extremismo y separatismo». India ha acusado repetidamente a Pakistán de patrocinar el terrorismo transfronterizo y la insurgencia, mientras que Pakistán ha alegado que India ha llevado a cabo una campaña de asesinatos encubiertos en su territorio bajo el pretexto de eliminar terroristas.
A pesar de sus diferencias, ambos países participan en la Estructura Regional Antiterrorista (RATS) de la SCO, que facilita el intercambio de inteligencia e información para ayudar en la lucha contra el terrorismo. Al mismo tiempo, India y Pakistán han estado moldeando su compromiso con los talibanes tras la toma de poder de este grupo en Afganistán en 2001, dado que ambos tienen fuertes lazos históricos, económicos y culturales con el país en conflicto.
En su intervención, Lavrov sugirió que formatos como el diálogo afgano de la SCO y el formato de Moscú sobre Afganistán han demostrado ser un marco adicional donde Pakistán e India, así como India y China, pueden comunicarse más y esforzarse por entenderse mejor. «Estamos listos para ayudar en esto de todas las maneras posibles», añadió Lavrov.