Desde la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021, miles de ciudadanos afganos evacuados durante el caótico proceso se encuentran atrapados en alrededor de 36 países, en condiciones que han sido descritas como similares a las de una prisión. Esta situación ha sido denunciada por varias organizaciones de derechos humanos, que han publicado documentos reveladores sobre el estado actual de estos evacuados.
Según un comunicado conjunto del Center for Constitutional Rights, Abolitionist Law Center y Muslim Advocates, se estima que “cientos a miles” de afganos, que huyeron del país tras la toma del poder por los talibanes, siguen “detenidos o varados” mientras sus solicitudes para ingresar a Estados Unidos permanecen pendientes. Los datos obtenidos hasta la caída de 2023 indican que muchos de estos individuos han estado en un estado de incertidumbre que se extiende desde meses hasta años.
Condiciones inhumanas y violaciones de derechos
Los documentos, que fueron obtenidos mediante litigios contra los Departamentos de Defensa, Estado y Seguridad Nacional de EE. UU., revelan que en los lugares donde se encuentran estos afganos se han reportado abusos a los derechos humanos, incluyendo “casos de separación familiar”, negación de acceso a organizaciones humanitarias y “condiciones inhumanas” que han llevado a crisis de trauma y salud mental.
Un abogado y gerente de programas en el Abolitionist Law Center, Sadaf Doost, ha indicado que las solicitudes de información sobre las condiciones en estos lugares han sido fundamentales para entender la situación. Los documentos muestran que los evacuados han sido “detenidos, mantenidos o forzados a permanecer en un limbo” en diversas naciones, aunque no se especifica cuántos de estos países albergan a los evacuados en tales condiciones. Sin embargo, se mencionan “instalaciones improvisadas” en Qatar, Omán, Kuwait, Italia y Alemania.
Un documento específico señala que las autoridades estadounidenses permitieron que una instalación en Qatar albergara a 4,000 personas, a pesar de que el límite recomendado para “acogidas seguras y humanas” era de 2,600. Esto pone de manifiesto la falta de atención a las condiciones de vida de estas personas, que han sido víctimas de una crisis humanitaria exacerbada por la retirada de las tropas estadounidenses.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE. UU. ha declarado que los esfuerzos para reubicar a los afganos elegibles han estado en curso desde 2021, añadiendo que los solicitantes pueden estar presentes en plataformas de terceros países con el permiso del país anfitrión mientras se procesan sus casos. Según este portavoz, se han emitido 33,000 visados de inmigrante especiales para afganos en 2024.
La retirada de Afganistán, iniciada por el entonces presidente Donald Trump tras una campaña militar de 20 años que costó miles de millones de dólares y cobró la vida de decenas de miles, fue completada bajo la administración de Joe Biden. La gestión de esta evacuación ha sido objeto de críticas generalizadas, especialmente por dejar a miles de afganos aliados atrás en un contexto de creciente violencia y represión por parte del régimen talibán.
La situación humanitaria en Afganistán ha llevado a que 3.5 millones de personas se vean desplazadas solo en 2021, según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Esta crisis no solo afecta a los que se han quedado en el país, sino que también tiene repercusiones en aquellos que, tras ser evacuados, se encuentran en un limbo legal y humano en el extranjero.
