Elon Musk se enfrenta a una demanda presentada por la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) debido a acusaciones de que no reveló de manera oportuna su adquisición inicial de una participación significativa en Twitter a principios de 2022. Esta omisión, según el regulador, habría causado un daño financiero considerable a los inversores que vendieron sus acciones a precios más bajos.
La denuncia, presentada en un tribunal federal en Washington D.C. el pasado martes, sostiene que la participación de Musk en Twitter superó el umbral del 5% el 24 de marzo de 2022, lo que obligaba a una divulgación legal en un plazo de diez días. Sin embargo, Musk no presentó dicha divulgación hasta el 4 de abril de 2022, período durante el cual continuó adquiriendo acciones de inversores que desconocían su creciente participación.
La SEC argumenta que este retraso permitió a Musk comprar acciones de Twitter a precios artificialmente bajos, subpagando en más de 150 millones de dólares. El regulador busca la devolución de estas ganancias supuestamente obtenidas de manera ilícita, así como sanciones civiles.
El abogado de Musk, Alex Spiro, desestimó la demanda como infundada, calificándola de parte de una “campaña de acoso de varios años” contra su cliente. Spiro afirmó: “Esta acción, que se centra en un supuesto fallo administrativo por no presentar un único formulario, es una farsa y una admisión por parte de la SEC de que no pueden presentar un caso real”.
Contexto y antecedentes legales
El historial de Musk con la SEC incluye un acuerdo en 2018 relacionado con un tuit sobre la posibilidad de privatizar Tesla, lo que resultó en multas y la imposición de supervisión sobre sus comunicaciones públicas. La nueva acción legal se produce en un momento de cambios en la dirección de la SEC. El presidente saliente, Gary Gensler, quien inició la demanda, será reemplazado por Paul Atkins, nombrado por el presidente electo Donald Trump. La influencia de los vínculos cercanos de Musk con la nueva administración, incluyendo su nombramiento para liderar el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), sobre el caso sigue siendo incierta.
Musk finalmente adquirió Twitter en un acuerdo valorado en 44 mil millones de dólares, que se finalizó el 27 de octubre de 2022, tras meses de batallas legales y disputas públicas, incluida un intento inicial de Musk de retirarse del acuerdo. Tras la adquisición, Musk privatizó la empresa, implementó cambios operativos significativos y la rebautizó como X.
