La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ha informado al Congreso que su departamento implementará “medidas extraordinarias” para evitar que el país alcance el límite de deuda nacional, que se estima en aproximadamente 36 billones de dólares. Esta advertencia se produce un día después de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump.
En una carta dirigida al Congreso, Yellen explicó que se espera que Estados Unidos alcance su límite de deuda entre el 14 y el 23 de enero, lo que podría llevar a un incumplimiento de pagos. Para prevenir esta situación, el Departamento del Tesoro recurrirá a una serie de maniobras contables, que incluyen la suspensión de los pagos a las cuentas de jubilación del servicio civil hasta que el Congreso y el presidente acuerden aumentar nuevamente el techo de la deuda. Sin embargo, Yellen no especificó cuánto tiempo podrán estas medidas retrasar un posible incumplimiento.
Durante la presidencia de Joe Biden, el límite de la deuda se ha elevado en tres ocasiones. El mes pasado, Trump instó a los republicanos de la Cámara de Representantes a incluir un nuevo aumento en un proyecto de ley de gastos provisionales, aunque la propuesta fue finalmente rechazada por un grupo de conservadores fiscales dentro del Partido Republicano.
La controversia del techo de la deuda
Trump ha manifestado en varias ocasiones que el techo de la deuda debería abolirse por completo para evitar estas crisis anuales, argumentando que el límite, que tiene como objetivo restringir el endeudamiento del gobierno, resulta inútil cuando se eleva de manera recurrente. “No significa nada, excepto psicológicamente”, declaró en una entrevista con NBC News el mes pasado. “Los demócratas han dicho que quieren deshacerse de él. Si quieren eliminarlo, yo lideraría la carga”.
Scott Bessent, el candidato de Trump para reemplazar a Yellen, ha indicado que trabajaría con el Congreso para derogar el techo de la deuda si así se lo ordenara el presidente electo.
Este escenario plantea importantes interrogantes sobre la gestión fiscal en Estados Unidos y las implicaciones que tendría un posible incumplimiento de pagos, no solo para la economía estadounidense, sino también para la estabilidad financiera global.