Innovadora técnica para el tratamiento de la hipertensión resistente
Washington (AP) – Michael Garrity, un hombre de 62 años de Needham, Massachusetts, ha encontrado alivio para su hipertensión crónica tras someterse a un tratamiento novedoso que consiste en la desactivación de nervios renales. A pesar de haber probado múltiples medicamentos sin éxito, esta técnica ha logrado estabilizar su presión arterial, permitiéndole reducir la dosis de sus medicamentos y recuperar su calidad de vida. Garrity destaca que ya no experimenta los picos de presión que antes le dejaban sin aliento y fatigado.
La hipertensión es un problema de salud pública que afecta a casi la mitad de los adultos en Estados Unidos, constituyendo un importante factor de riesgo para enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones graves. El Dr. Randy Zusman, especialista en casos difíciles de hipertensión en el Massachusetts General Hospital, enfatiza la importancia de conocer los números de la presión arterial y recomienda chequeos anuales, incluso para aquellos que se sienten sanos. A pesar de la disponibilidad de tratamientos, menos del 50% de los pacientes logran controlar adecuadamente su hipertensión, lo que subraya la necesidad de estrategias innovadoras como la denervación renal.
La denervación renal implica la inserción de un catéter en los vasos sanguíneos hasta llegar a los riñones, donde se aplican pulsos de energía de ultrasonido o radiofrecuencia para interrumpir los nervios hiperactivos que contribuyen a la hipertensión. Aunque esta técnica ya se usa en otros países, su eficacia en Estados Unidos ha sido objeto de estudio y debate. Recientemente, la FDA aprobó dos sistemas de catéter para este procedimiento, que se considera seguro para pacientes seleccionados adecuadamente. Aunque no es una cura definitiva, se ha observado una reducción promedio de 8 a 10 puntos en la presión arterial, lo que puede permitir a algunos pacientes reducir la medicación. Es esencial que los médicos y pacientes tengan discusiones informadas sobre la idoneidad de este tratamiento, especialmente dado que no ha sido probado en todos los grupos de pacientes, como aquellos con enfermedades renales o arterias estrechas.