En el refugio nacional de vida silvestre Wheeler, ubicado en Decatur, Alabama, se ha convertido en un destino ineludible para los amantes de la observación de aves, especialmente durante la temporada invernal, cuando miles de grullas canadienses (Grus canadensis) migran hacia esta zona. Este fenómeno natural atrae a numerosos visitantes que buscan no solo disfrutar de la majestuosidad de estas aves, sino también la posibilidad de observar a las raras grullas trompetistas (Grus americana), que llegan en menor número.
El refugio, que se sitúa en campos agrícolas inundados cerca del río Tennessee, ofrece un entorno ideal para estas aves, que buscan alimentos como maíz, bayas, semillas e insectos. La presencia de decenas de miles de grullas, con su característico plumaje gris y las distintivas frentes rojas, crea un espectáculo sonoro y visual durante los meses de invierno. Según el guardaparques David Young, el refugio ha visto un aumento significativo en la población de grullas canadienses desde que estas empezaron a invernar en la zona a mediados de la década de 1990, alcanzando un récord de 30,000 ejemplares en el último invierno.
Un paraíso para los observadores de aves
El refugio ha establecido varios puntos de observación y escondites para fotógrafos, permitiendo a los visitantes acercarse a las grullas canadienses sin perturbar su hábitat. Cada enero, el refugio celebra un Festival de las Grullas que atrae a un mayor número de visitantes. Durante este evento, los asistentes pueden disfrutar de la impresionante danza de las grullas, que se caracteriza por movimientos elegantes y vocalizaciones como purridos y graznidos.
La migración de las grullas trompetistas, que provienen de Wisconsin, también ha generado interés, aunque su población se mantiene entre 12 y 20 ejemplares cada invierno. Esta especie, que estuvo al borde de la extinción en el siglo XX debido a la caza y la pérdida de hábitat, ha visto un lento pero constante incremento en sus números gracias a esfuerzos de conservación.
El refugio Wheeler no solo es un lugar de descanso para estas aves, sino que también es un ecosistema vital para muchas otras especies, incluyendo gansos, patos, águilas calvas, cernícalos y halcones. La combinación de campos abiertos, cultivos abandonados y zonas húmedas proporciona un hábitat ideal para estas aves migratorias. Sin embargo, el cambio climático y la variabilidad en los patrones migratorios podrían afectar su futuro en este refugio. Young señala que la dependencia de las grullas de los humedales frescos en el sureste de Estados Unidos podría verse amenazada por el aumento del nivel del mar y sequías, lo que complicaría su migración y supervivencia.
Los visitantes del refugio son conscientes de la importancia de conservar estos hábitats. Rob Broeren, un fotógrafo aficionado, visita el refugio con frecuencia para capturar imágenes de la vida silvestre. Él comenta que la paciencia es clave para obtener la fotografía perfecta, ya que las aves suelen comportarse de manera impredecible. Además, destaca que la observación de aves se ha convertido en una actividad que no solo promueve la apreciación de la naturaleza, sino que también apoya la economía local.
Con la llegada de la primavera, las grullas canadienses comenzarán su migración de regreso a sus zonas de cría, un proceso que Young ha observado con interés. Este cambio suele coincidir con días de viento del sur, lo que facilita su viaje. El refugio Wheeler continúa siendo un lugar de gran valor tanto para las aves como para los observadores, y su conservación es crucial para asegurar que futuras generaciones puedan disfrutar de este espectáculo natural.
