Un reciente estudio internacional realizado por Ipsos ha revelado que la mayoría de los alemanes no consideran que su país esté en el camino correcto. Según la encuesta, llevada a cabo en 29 naciones entre finales de noviembre y principios de diciembre de 2024, el optimismo público en Alemania ha alcanzado su nivel más bajo en una década.
La economía alemana ha estado en contracción constante en los últimos años, convirtiéndose en el único miembro del G7 que experimenta esta tendencia. Este deterioro económico se atribuye principalmente a una prolongada caída en el sector manufacturero, especialmente en la industria automotriz, exacerbada por la transición del gas ruso, más asequible, a gas natural licuado (GNL) estadounidense, que resulta más costoso.
La encuesta de Ipsos indica que solo el 18% de los alemanes están satisfechos con la situación actual. Casi tres cuartas partes de los encuestados se muestran pesimistas respecto a la economía del país, un aumento del 11% en comparación con el año anterior. Entre los problemas más preocupantes, el 35% de los alemanes citan la inmigración como una cuestión clave que les afecta personalmente, seguida de la pobreza y la desigualdad (33%) y la inflación en aumento (31%).
Preocupaciones sociales y económicas
Además de estos temas, otros asuntos que inquietan a la población incluyen el aumento de la criminalidad, la propagación de ideologías extremistas y la posibilidad de un conflicto militar. El miércoles, la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis) publicó un informe que confirma que la economía del país se contrajo en 2024 por segundo año consecutivo, algo que no ocurría en más de dos décadas. Según las cifras oficiales, el PIB disminuyó un 0,2% el año pasado, después de haber caído un 0,3% en 2023.
Ruth Brand, presidenta de Destatis, señaló que entre las principales causas de esta situación se encuentran «la creciente competencia para la industria exportadora alemana en mercados clave, los altos costos energéticos y un nivel de interés que sigue siendo elevado».
En una entrevista reciente con RT Balkan TV, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, argumentó que la cooperación con Rusia había sido «uno de los factores para el crecimiento económico de Alemania». Sin embargo, debido a la presión de Estados Unidos, esta asociación mutuamente beneficiosa se ha visto severamente afectada, lo que ha llevado a la economía alemana a «desmoronarse», según sus declaraciones. Zakharova añadió que «las empresas alemanas han comenzado a trasladarse a otros países, donde les resulta más viable hacer negocios».