Los cristianos ortodoxos en Rusia celebraron el domingo el día de la Epifanía con la tradicional inmersión en aguas heladas, a pesar de que los servicios de emergencia locales emitieron advertencias sobre las condiciones climáticas. En varias regiones, se cancelaron eventos debido a la peligrosidad que representaba el hielo, que se encontraba en condiciones inadecuadas para la práctica de esta costumbre.
Las imágenes difundidas por los medios locales mostraron a personas bañándose en ciudades como Novosibirsk, Murmansk y Osetia del Sur. Incluso soldados rusos, supuestamente en la región de Jersón, Ucrania, participaron en la tradición de sumergirse en agua. Sin embargo, las temperaturas inusualmente cálidas para esta época del año llevaron a las autoridades a cancelar ceremonias en áreas tan distantes como la región de Saratov, en el sur de Rusia, hasta Karelia, cerca de la frontera con Finlandia, a casi 1.600 kilómetros de distancia.
Uno de los participantes, Alexander Solomatin, quien se desplazó a Moscú desde el balneario de Sochi, donde el clima era demasiado cálido para la inmersión, expresó su frustración por la falta de lugares adecuados para llevar a cabo la tradición en la capital. “Todo en Moscú se había derretido”, dijo.
El aumento de las temperaturas en Rusia ha sido notable en los últimos veinticinco años, alineándose con las tendencias globales de calentamiento. Según Leonid Starkov, meteorólogo de Gismeteo, las temperaturas promedio están muy por encima de lo normal. “Ya estamos viendo un deshielo en San Petersburgo. En Moscú, también se está produciendo un deshielo. Y en el sur de Rusia, la temperatura ya alcanza entre 5 y 10 grados Celsius”, añadió Starkov.
Ante esta situación, las autoridades han respondido estableciendo sitios alternativos para los bañistas, a menudo en ríos y lagos más pequeños. El agua, aunque fría, todavía es lo suficientemente helada como para hacer que algunos fieles busquen rápidamente envolverse en grandes toallas, mientras los espectadores, abrigados con bufandas, gorros y abrigos, observan la escena. Los servicios de emergencia suelen contar con rescatistas en alerta para atender a quienes puedan sufrir el impacto del frío extremo durante la inmersión.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso difundió el domingo imágenes que muestran a sus soldados sumergiéndose en el agua para conmemorar la festividad. Un sacerdote militar declaró: “Nuestro código cultural fundamental es la fe ortodoxa. Por lo tanto, que el Señor les otorgue la fuerza y la fortaleza para presentarse con dignidad ante Dios y el estado”.
En toda Rusia, los devotos ortodoxos celebran la Epifanía el 19 de enero sumergiéndose en aguas heladas a través de agujeros cortados en el hielo de lagos y ríos. Muchos creen que esta práctica fortalece tanto el alma como el cuerpo.
