El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha manifestado que la Unión Europea (UE) se encuentra «ocupada» por una oligarquía transatlántica liberal y ha instado a la necesidad de liberarla. Estas declaraciones se produjeron en Budapest, horas antes de la toma de posesión del presidente estadounidense Donald Trump, a quien Orbán considera un aliado en su lucha contra lo que él denomina «burócratas pseudo-capitalistas» en Bruselas.
Orbán sostiene que la llegada de Trump al poder ofrece una oportunidad para reemplazar a los líderes actuales de la UE, a los que critica por no reconocer la transición hacia un nuevo orden mundial. Según el primer ministro, «el sol brillará de manera diferente sobre Bruselas» en un futuro cercano, lo que sugiere un cambio en la dirección política del continente.
El líder húngaro ha desestimado las acusaciones de que su gobierno está retrocediendo en cuestiones de democracia y estado de derecho, argumentando que tales críticas son parte de una ofensiva orquestada por lo que él denomina «el frente unido liberal financiado por George Soros». Orbán ha señalado en ocasiones anteriores que este magnate húngaro es responsable de interferir en la política europea.
Críticas a la política de la UE
Orbán ha afirmado que el equilibrio del poder económico se está desplazando hacia Asia y que los países europeos deben adaptarse a esta nueva realidad. Sin embargo, critica a Bruselas y a los políticos de mentalidad liberal por ignorar estos cambios y por promover lo que él llama «capitalismo woke», que se centra en objetivos ideológicos en detrimento de la competitividad económica.
En su discurso, el primer ministro húngaro no dudó en calificar a la UE como «el enfermo de Europa» y acusó a sus instituciones de no abordar problemas urgentes como la crisis migratoria, la presión sobre los agricultores europeos y las amenazas a la seguridad nacional. Orbán ha hecho un llamado a personas afines para renovar los esfuerzos destinados a cambiar el liderazgo de la UE, declarando que «inicia la segunda fase de la operación para capturar Bruselas».
El partido político de Orbán, Fidesz, forma parte de una nueva coalición llamada «Patriotas por Europa», que desafió a los centristas en las últimas elecciones al Parlamento Europeo. Esta alianza se ha consolidado como la tercera fuerza más grande en la legislatura de la UE, tras el Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), liderado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (P&S).