Las recientes olas de incendios que han asolado el sur de California han llevado a las autoridades locales, incluido el gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, a prometer una rápida reconstrucción de las miles de viviendas destruidas. Sin embargo, expertos en planificación urbana y gestión de desastres advierten que reconstruir las comunidades afectadas sin realizar cambios fundamentales podría convertirlas en objetivos vulnerables a futuros incendios. Con el aumento de la frecuencia e intensidad de estos fenómenos debido al cambio climático, se hace esencial adoptar estrategias que promuevan la resiliencia de las comunidades ante tales desastres, como limitar el desarrollo en áreas de alto riesgo y crear zonas de amortiguamiento entre las propiedades y las áreas forestales.
La urgencia de una reconstrucción rápida, enfatizada por el empresario Steve Soboroff, encargado de supervisar los esfuerzos de recuperación en la ciudad, contrasta con la necesidad de una planificación más cuidadosa. Mientras Soboroff argumenta que no es momento de revisiones urbanísticas que podrían retrasar el proceso por años, los expertos sostienen que esta es una oportunidad crucial para implementar cambios que podrían salvar vidas y propiedades en el futuro. Spacing between homes and the use of fire-resistant materials are highlighted as necessary measures to mitigate risks. Estas estrategias no solo deben ser consideradas, sino que también deben ser implementadas de manera obligatoria para garantizar la seguridad de las nuevas construcciones.
Hacia una reconstrucción más segura
En un contexto donde el cambio climático intensifica la amenaza de incendios, algunos urbanistas sugieren que las comunidades deben replantearse su diseño y desarrollo. Se plantean enfoques como la reconfiguración de áreas como Pacific Palisades para minimizar las construcciones en zonas de alto riesgo, incluyendo la prohibición de edificar en laderas empinadas. Además, se recomienda crear zonas de amortiguamiento con vegetación no inflamable y espaciar más las viviendas para reducir la probabilidad de que las brasas se propaguen de un hogar a otro. Aunque California ha implementado códigos de construcción más estrictos desde 2008, la efectividad de estas medidas dependerá de la voluntad de los responsables de la toma de decisiones para priorizar la seguridad a largo plazo por encima de una reconstrucción apresurada.
