Trump inicia su segundo mandato con un duro golpe a la energía eólica

In Economía
enero 22, 2025

El reciente acto de toma de posesión del presidente Donald Trump marca el inicio de su segundo mandato, donde ha esbozado una ofensiva energética que promete transformar el panorama energético de Estados Unidos. En su discurso inaugural, Trump prometió un nuevo «auge dorado» para América, aunque sus políticas han suscitado reacciones diversas en el ámbito de las energías renovables.

Consciente de la importancia de los combustibles fósiles, el presidente ha tomado medidas contundentes contra los proyectos de energía eólica, suspendiendo la concesión de nuevos arrendamientos para proyectos eólicos tanto en alta mar como en tierra. Esta decisión se enmarca dentro de un enfoque más amplio que busca potenciar la producción de petróleo y gas, un sector que Trump considera clave para la economía nacional.

Reacciones en el sector energético

A pesar de las críticas por sus políticas anti-eólicas, algunos actores del sector energético parecen optimistas. Joe Kaeser, presidente del consejo supervisor de Siemens Energy, ha declarado que las medidas de Trump podrían beneficiarle, ya que cerca del 80% de su mercado de energía eólica se encuentra en Europa, donde las políticas son más favorables. Afirmó que la electrificación está en plena expansión y que la demanda de productos eléctricos sigue creciendo, especialmente en sectores como los data centers y la inteligencia artificial.

Por su parte, Ignacio Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, también expresó su optimismo sobre el futuro de la electrificación en Estados Unidos, enfatizando la demanda creciente de soluciones eléctricas en diversas aplicaciones. A pesar de la incertidumbre que las políticas de Trump puedan generar, Galán considera que la transición hacia la electrificación es «absolutamente imparable».

Sin embargo, la reacción en el sector eólico ha sido menos favorable. Empresas como Orsted, que han invertido fuertemente en proyectos de energía eólica en EE. UU., han experimentado caídas en sus acciones debido a la falta de claridad sobre el futuro de estos proyectos bajo la nueva administración. Artem Abramov, de Rystad Energy, señala que la agenda energética de Trump ha reducido significativamente las perspectivas de nuevos desarrollos eólicos en el país, lo que podría tener repercusiones en el crecimiento del sector.

En este contexto, es evidente que las políticas energéticas de Trump están generando un debate sobre la dirección futura de la energía en Estados Unidos. Mientras algunos sectores se adaptan y encuentran oportunidades, otros enfrentan desafíos significativos. A medida que el mundo observa, el enfoque de EE. UU. hacia la energía podría tener implicaciones no solo a nivel nacional, sino también en el ámbito internacional, donde las dinámicas de poder y las decisiones políticas son más relevantes que nunca.

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