El término «Antropoceno» ha emergido en las últimas décadas para describir la época en la que la actividad humana ha comenzado a tener un impacto significativo en los sistemas ambientales y biológicos de la Tierra. Aunque técnicamente estamos en el Holoceno, la magnitud de los cambios provocados por el ser humano ha llevado a muchos a adoptar esta nueva nomenclatura, reflejando una autoconciencia que, si bien necesaria, también revela un cierto grado de arrogancia ante nuestra influencia sobre el planeta.
En un artículo reciente publicado en la Interdisciplinary Environmental Review, Miti Mallick, investigador de la Universidad de Bankura en Bengala Occidental, India, aborda cómo el concepto del Antropoceno se manifiesta en el ámbito económico. A pesar de que los países más ricos han experimentado mejoras significativas en sus condiciones de vida, los desafíos derivados del cambio climático y la degradación ambiental exigen que estas naciones implementen medidas más drásticas para mantener sus estándares de vida y ayudar a aquellos que viven en la pobreza.
Capitalismo y sus Consecuencias
En el centro de este debate se encuentra el capitalismo, la fuerza económica dominante a nivel global que organiza la producción, el trabajo y la distribución de la riqueza. Este modelo económico, fundamentado en la propiedad privada y la búsqueda del beneficio, ha sido un motor de crecimiento económico, pero también ha contribuido a la desigualdad social y a la destrucción ambiental, además de generar una desconexión cada vez mayor entre la economía y los límites ecológicos del planeta.
Los efectos del capitalismo son cada vez más evidentes. Históricamente, la maximización de las ganancias se ha logrado a expensas de consideraciones ambientales y sociales. El auge del capitalismo oligárquico, que beneficia a un reducido grupo de personas y permite que multimillonarios ejerzan un poder desproporcionado en la sociedad, junto con el enfoque en la innovación tecnológica, ha exacerbado aún más el costo social y ambiental de este sistema.
En el contexto del Antropoceno, este modelo económico está siendo objeto de un escrutinio creciente. Los académicos, activistas y responsables políticos empiezan a cuestionar la suposición de que el crecimiento económico y la sostenibilidad ecológica son inherentemente incompatibles, lo que lleva a la necesidad de un nuevo capitalismo.
Este nuevo enfoque debería redefinir el valor más allá de los márgenes de beneficio, centrándose en el bienestar de los individuos, las comunidades y el medio ambiente. Las inversiones no se evaluarían únicamente en función de sus retornos financieros, sino también por su capacidad para reducir la desigualdad y promover un desarrollo sostenible.
Sin embargo, esta visión idealizada del futuro puede no ser del agrado de todos, especialmente de aquellos multimillonarios que se benefician del statu quo. Aunque se está llamando a los emprendedores, inversores y responsables políticos a rendir cuentas, la voluntad política y la motivación de los oligarcas egocéntricos para imaginar tal mundo son cuestionables. Como dice el dicho: «cuanto más cambia, más permanece igual».
Más información: Miti Mallick, How capitalism could be the new market in the Anthropocene era: a review, Interdisciplinary Environmental Review (2025). DOI: 10.1504/IER.2025.143620