A pocos días del inicio de la segunda administración del presidente Donald Trump, el panorama sobre las criptomonedas en Wall Street ha cambiado significativamente. La nueva postura del mandatario, que ha pasado de ser un escéptico de las criptomonedas a un defensor, ha provocado un renovado optimismo entre los ejecutivos bancarios presentes en el Foro Económico Mundial de Davos.
El CEO de Morgan Stanley, Ted Pick, ha señalado que su institución está dispuesta a actuar como transaccionista en el ámbito de las criptomonedas, siempre que se establezcan las regulaciones necesarias. Este cambio de actitud es reflejo del apoyo que la administración Trump está brindando a la industria de las criptomonedas, con la firma de un orden ejecutiva que promueve el uso y desarrollo de activos digitales.
Un nuevo enfoque hacia las criptomonedas
Trump ha nombrado a varios defensores de las criptomonedas para posiciones clave en su administración, incluyendo a Paul Atkins para la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y a Scott Bessent como cabeza del Departamento del Tesoro. Estas decisiones sugieren un compromiso claro con la promoción de un entorno más favorable para las criptomonedas en Estados Unidos.
Ejecutivos de otras grandes entidades bancarias, como Bank of America, también han manifestado su disposición a adoptar criptomonedas como una opción de pago, pero bajo la condición de que se establezcan directrices regulatorias claras. El CEO de Bank of America, Brian Moynihan, ha afirmado que, si las regulaciones permiten un marco legal sólido, las criptomonedas podrían integrarse en el sistema financiero como una forma de pago más.
A pesar de los avances, el camino hacia la adopción masiva de criptomonedas por parte de las instituciones financieras aún enfrenta obstáculos significativos. Una norma contable de la SEC, conocida como SAB 121, ha generado una resistencia considerable al clasificar las criptomonedas como pasivos en los balances de las entidades, lo que eleva los riesgos financieros y regulatorios asociados con la custodia de activos digitales.
Sin embargo, con un entorno político más favorable bajo la administración Trump, existe la esperanza de que esta normativa sea revisada, lo que podría facilitar la custodia de criptomonedas por parte de los bancos y, en consecuencia, su integración en el sistema financiero tradicional.
A medida que el mercado de criptomonedas se acerca a cifras históricas, como el reciente pico del bitcoin que alcanzó casi 110,000 dólares, las expectativas sobre el futuro de las criptomonedas en los Estados Unidos parecen más brillantes que nunca. Este panorama no solo refleja la influencia del nuevo enfoque político, sino también el creciente interés global en un sistema financiero que puede ser más inclusivo y menos dependiente de las estructuras establecidas.
