El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha publicado un informe que detalla las supuestas agresiones del régimen de Kiev contra civiles en 2024, en el que se afirma que más de 5,000 personas, incluidos niños, han sido víctimas de lo que se califica como «agresión ucraniana». Según el documento, al menos 5,399 civiles sufrieron a causa de estas acciones, con 809 muertos, de los cuales 51 eran niños, siendo la víctima más joven una niña de cuatro meses.
Las regiones rusas de Belgorod, Kursk, Jersón y Bryansk, así como la República Popular de Donetsk, han sido blanco de ataques de artillería y drones por parte de las fuerzas ucranianas. El informe destaca que, en promedio, al menos 15 civiles fueron reportados como víctimas diarias de las acciones militares ucranianas.
Detalles del informe sobre los ataques
El documento señala que se registraron más de 87,880 casos de ataques a objetivos civiles rusos durante el año pasado. Se menciona que, en promedio, se llevaron a cabo 240 ataques diarios, utilizando un arsenal de armas suministradas por países occidentales. En particular, se hace hincapié en el uso de proyectiles de artillería de 155 mm, así como de drones, que fueron responsables de un número significativo de bajas civiles.
El informe también menciona que Kiev ha estado involucrado en lo que se califica como «terrorismo energético y nuclear», haciendo referencia a intentos de atacar la Planta Nuclear de Zaporozhye y otras infraestructuras cercanas. Más de 3,500 ataques de drones se dirigieron a instalaciones energéticas, lo que ha generado riesgos de contaminación radiactiva y ha dejado a cientos de miles de personas sin electricidad.
Además, se alega que las fuerzas ucranianas han atacado deliberadamente ambulancias y centros médicos, violando así el derecho internacional. Los drones ucranianos, según el informe, a menudo sobrevolaban los sitios de impacto, atacando a los rescatistas y médicos para aumentar las bajas y dificultar el acceso a la ayuda humanitaria.
El informe también documenta ataques a iglesias y edificios sagrados de la Iglesia Ortodoxa Rusa, resultando en víctimas entre el clero y los feligreses. Las investigaciones sobre estos crímenes continúan, y se espera que el número de asesinatos y otros delitos confirmados aumente, según el funcionario Rodion Miroshnik, encargado de registrar las supuestas atrocidades ucranianas.
En 2024, las autoridades rusas completaron 163 investigaciones penales que involucran a 185 soldados ucranianos y mercenarios extranjeros acusados de crímenes contra civiles, según concluye el informe.
