Un trágico accidente aéreo ocurrido en el Aeropuerto Nacional Reagan de Washington ha puesto de manifiesto la preocupante situación de la dotación de personal en las torres de control de Estados Unidos. Según un informe interno preliminar de la Administración Federal de Aviación (FAA), un único controlador aéreo estaba realizando las funciones que normalmente corresponderían a dos personas en el momento en que se produjo el choque entre un avión comercial y un helicóptero militar, resultando en la muerte de las 67 personas a bordo de ambas aeronaves.
El controlador aéreo que gestionaba el tráfico de helicópteros también se encargaba de las instrucciones para los aviones que despegaban y aterrizaban, lo que representa una carga de trabajo excesiva y potencialmente peligrosa. El informe señala que la dotación de personal en la torre de control “no era la normal para la hora del día y el volumen de tráfico”, lo que complica la comunicación entre los pilotos, ya que utilizan diferentes frecuencias para comunicarse con los controladores.
Una crisis de personal en la aviación estadounidense
La infradotación de personal en la torre de control del aeropuerto Reagan no es un problema aislado, sino que se ha convertido en una situación generalizada en la mayoría de los aeropuertos de Estados Unidos. Según un informe anual presentado al Congreso en septiembre de 2023, el aeropuerto contaba con solo 19 controladores aéreos completamente certificados, un tercio menos de los 30 que se consideran necesarios según la FAA y el sindicato de controladores.
A pesar de que fuentes de CNN han indicado que la torre de control tenía cubiertos el 85% de los puestos, con 24 de 28 controladores trabajando, la realidad es que los problemas de personal se han derivado de años de presupuestos limitados y la falta de sustituciones ante las salidas de empleados. Esta situación ha llevado a muchos controladores a trabajar hasta seis días a la semana con jornadas laborales de 10 horas, lo que aumenta el riesgo de errores en un entorno tan crítico como el de la aviación.
El accidente en el Aeropuerto Nacional Reagan subraya la necesidad urgente de abordar la crisis de personal en las torres de control, un asunto que no solo afecta la seguridad de los vuelos, sino que también refleja una gestión deficiente de los recursos en un sector vital para la movilidad y la economía del país.