El presidente Donald Trump ha confirmado su intención de imponer aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá a partir del 1 de febrero de 2025. Esta medida sigue las amenazas lanzadas por el mandatario en semanas anteriores, donde se hacía eco de su preocupación por el comercio exterior y sus efectos en la economía estadounidense.
Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump destacó que su administración aún no había decidido si los productos petroleros estarían incluidos en esta política arancelaria. Según sus declaraciones, la inclusión dependerá de cómo México y Canadá «nos traten» y de «si el petróleo está adecuadamente valorado». Esta actitud refleja una postura que prioriza el bienestar económico nacional en un contexto global cada vez más competitivo.
Motivaciones detrás de los aranceles
El presidente argumentó que estos aranceles se implementan «por una serie de razones». En primer lugar, mencionó el flujo migratorio hacia Estados Unidos, que ha sido un tema recurrente en su discurso. En segundo lugar, citó el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, que ha impactado severamente a la sociedad estadounidense. Por último, Trump hizo referencia a los déficits comerciales con ambos países, subrayando que existen «grandes subsidios» que su país está otorgando a México y Canadá en forma de déficit comercial.
La medida anunciada podría tener un impacto significativo en las relaciones comerciales en América del Norte. Las importaciones de petróleo, que son cruciales para el abastecimiento energético, podrían verse afectadas según la decisión final del gobierno estadounidense. March contratos de petróleo Brent, que es el referente global de precios del crudo, mostraron un ligero aumento, cotizándose alrededor de 76,92 dólares por barril, lo que sugiere que los mercados están anticipando posibles cambios en la política comercial.
Trump, al referirse a los aranceles, señaló que estos podrían «aumentar con el tiempo», lo que indica que su administración mantiene una postura activa en la reconfiguración de las relaciones comerciales en busca de un mayor equilibrio. En un contexto donde las políticas proteccionistas han ganado terreno, este tipo de acciones pueden ser interpretadas como un intento de recuperar el control sobre la economía nacional.
