Polonia se opone al pacto migratorio de la UE y rechaza la reubicación de solicitantes de asilo

In Internacional
febrero 05, 2025

El gobierno polaco ha reafirmado su oposición a la nueva política de asilo a nivel europeo, en un contexto donde la gestión de la migración se ha convertido en un tema candente dentro de la Unión Europea. El ministro del Interior, Tomasz Siemoniak, ha declarado que Polonia no aceptará a los solicitantes de asilo reubicados bajo el pacto migratorio de la UE, argumentando que esto representa una amenaza para la seguridad nacional.

El Parlamento Europeo adoptó el nuevo pacto sobre migración y asilo en mayo de 2024. Este pacto introduce un mecanismo de solidaridad que busca compartir la responsabilidad entre los Estados miembros, dado que los países situados en las fronteras externas del bloque enfrentan un mayor flujo de personas. Aquellos que se nieguen a aceptar a los migrantes reubicados deberán pagar una compensación de 20.000 euros (más de 20.600 dólares) por cada persona rechazada.

En una entrevista con la emisora polaca RadioZet, Siemoniak reiteró la postura de Varsovia, afirmando que no hay lugar para la negociación respecto a las obligaciones del pacto. “Nuestra posición es clara: somos opositores al Pacto de Migración, y no hay absolutamente ninguna cuestión de aceleración o retraso”, subrayó. “No aceptaremos migrantes, y no habrá reubicación”, enfatizó el ministro.

Preocupaciones de Seguridad y Críticas a Políticas Anteriores

Siemoniak también vinculó el aumento de la criminalidad en Polonia a políticas migratorias previas, criticando las normativas de visados que permitieron una entrada descontrolada al país. Según el ministro, Polonia está abordando estas preocupaciones de seguridad mediante la implementación de regulaciones más estrictas y el fortalecimiento de los controles fronterizos.

El ministro expresó su inquietud sobre la presencia de grupos criminales extranjeros, especialmente aquellos formados por migrantes georgianos, y destacó la necesidad de medidas como deportaciones y penas más severas. En 2024, el gobierno polaco anunció planes para suspender el derecho de los recién llegados a solicitar asilo, una decisión que contradice las normas europeas y el derecho internacional.

El primer ministro Donald Tusk ha afirmado que el pacto de la UE no puede ser implementado en su totalidad, ya que amenaza la seguridad nacional de Polonia, dada su proximidad geográfica a Rusia y Bielorrusia. Desde 2021, el flujo de migrantes a través de la frontera entre Bielorrusia y Polonia ha aumentado considerablemente, a pesar de que las autoridades polacas han construido una valla fronteriza y han llevado a cabo devoluciones masivas de grupos de personas.

En septiembre, se reportó que hasta 2.500 inmigrantes cruzaron la frontera, lo que eleva la cifra total de 2024 a más de 26.000. El ministro de Relaciones Exteriores, Radoslaw Sikorski, ha indicado que el país está considerando cerrar completamente su frontera con Bielorrusia debido a un aumento de migrantes de Oriente Medio.

Además, según estimaciones de la ONU, más de un millón de ucranianos residen actualmente en Polonia, tras la apertura de las fronteras del país para aquellos que huyen del conflicto desde febrero de 2022. Sin embargo, el sentimiento entre algunos polacos está cambiando. El viceprimer ministro y ministro de Defensa Nacional, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, declaró en una entrevista que los polacos están “fatigados” de los refugiados ucranianos, atribuyendo en parte este sentimiento a la percepción de que algunos jóvenes ucranianos llevan un estilo de vida ostentoso en Polonia en lugar de defender su patria.

En octubre, la Comisión Europea declaró que Polonia sigue obligada a cumplir con los compromisos del pacto, a pesar de haber acogido a miles de refugiados ucranianos. La Comisión enfatizó que Polonia debe aceptar la reubicación de los migrantes asignados o pagar una multa por cada individuo rechazado.

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