La reciente propuesta del presidente estadounidense Donald Trump sobre Gaza ha suscitado un amplio rechazo internacional, incluyendo la firme oposición de Rusia, que aboga por una solución de dos estados en el conflicto de Oriente Medio. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, reiteró que esta es la única forma viable de resolver la situación en la región.
Trump, tras una reunión con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca, defendió su plan de reubicación permanente de los dos millones de palestinos que residen en Gaza a países como Egipto y Jordania. Según sus declaraciones, Estados Unidos se encargaría de «tomar el control» del territorio y liderar los esfuerzos de reconstrucción tras los devastadores 15 meses de guerra entre Israel y Hamas. Según datos de la ONU, aproximadamente el 92% de las viviendas en Gaza han sido destruidas o severamente dañadas.
La postura de Rusia y la reacción internacional
Moscú sostiene que la creación de un estado palestino que coexista junto a Israel es la única solución aceptable, una posición que se alinea con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU y que es respaldada por la mayoría de los países involucrados en el conflicto. Peskov enfatizó que la idea de Trump ha sido igualmente rechazada por naciones árabes clave, como Egipto y Jordania, que comparten la postura rusa.
En respuesta a las inquietudes sobre lo que implica un «control» por parte de Estados Unidos, Trump mencionó su visión de una «posición de propiedad a largo plazo» que, según él, traería «gran estabilidad» a toda la región. Sin embargo, esta propuesta ha encontrado una fuerte resistencia, no solo de los palestinos, que la consideran una violación del derecho internacional, sino también de países como Arabia Saudita, Turquía, Alemania y China, que han expresado su condena.
Rusia, por su parte, ha mantenido un enfoque constante en la desescalada del conflicto y ha abogado por un retorno a las negociaciones. En este sentido, Moscú ha llevado a cabo esfuerzos diplomáticos, incluyendo la organización de diálogos entre facciones palestinas y la promoción de la mediación internacional.
El conflicto ha dejado una profunda huella en la región, con un reciente informe que actualiza la cifra de muertos en Gaza a casi 62,000, tras incluir a aquellos que se encuentran desaparecidos y que ahora se presume muertos. La situación sigue siendo crítica, y la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos.
