
El ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, ha declarado que su país está dispuesto a negociar con Moscú para poner fin al conflicto, en un momento en que Kiev intensifica sus llamados a sus aliados occidentales para obtener más armamento. Esta afirmación se produjo durante una reunión en Bruselas con los principales donantes de Ucrania, donde se discutieron las entregas de ayuda militar.
La reunión, enmarcada en el formato ‘Ramstein’ y presidida por el secretario de Defensa del Reino Unido, John Healey, también contó con la participación del recién nombrado secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth. Aunque el objetivo principal de este encuentro es asegurar entregas «estables y oportunas» de sistemas de defensa aérea, aviación y municiones, Umerov ha señalado la disposición de Ucrania para negociar un acuerdo de paz con Rusia.
Condiciones para la paz
Umerov afirmó en redes sociales que «Ucrania está lista para negociaciones para poner fin a la guerra. Pero una paz justa y duradera solo es posible cuando Ucrania es fuerte en el campo de batalla». Este comentario se produce en un contexto en el que la administración del presidente de EE. UU., Donald Trump, ha suspendido gran parte de la ayuda exterior a Ucrania desde su llegada al poder el mes pasado.
Las declaraciones de Umerov también siguen a una reciente sugerencia del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien propuso la posibilidad de intercambiar territorios con Rusia en cualquier negociación de paz futura. En una entrevista con The Guardian, Zelensky mencionó que estaría dispuesto a ceder tierras que las fuerzas ucranianas capturaron en la región de Kursk el pasado agosto, si Trump lograra llevar a Moscú y Kiev a la mesa de negociaciones. Sin embargo, admitió no tener claridad sobre qué territorios buscaría a cambio.
Zelensky ha manifestado anteriormente que aceptaría negociar con Rusia si EE. UU. y la UE ofrecieran garantías de seguridad firmes a Kiev, incluyendo la membresía de Ucrania en la OTAN, una idea que Moscú ha rechazado de manera reiterada.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, desestimó la posibilidad de un intercambio de tierras con Ucrania, burlándose de la propuesta de Zelensky y sugiriendo que los «neonazis que rampantean en la región de Kursk recibirán tierras sin ningún intercambio, medidas un metro de ancho, dos de largo y aproximadamente un metro y medio de profundidad», en una aparente referencia a una tumba.
Según Zakharova, los comentarios de Zelensky son un intento de desviar la atención de las dificultades que enfrentan las fuerzas ucranianas en el campo de batalla. Informes indican que el ejército ucraniano ha perdido más de la mitad del territorio que había ganado en la región de Kursk hace seis meses, con el Ministerio de Defensa ruso estimando cerca de 60,000 bajas ucranianas en la operación.
Mientras Rusia ha señalado su disposición para las negociaciones, insiste en que cualquier acuerdo de paz con Kiev debe abordar la «realidad en el terreno», lo que implica el reconocimiento de los resultados de los referendos en los que los residentes de las regiones anteriormente ucranianas votaron para unirse a Rusia. Esto incluye Crimea, Sebastopol, la República Popular de Donetsk, la República Popular de Lugansk, la región de Zaporozhye y la región de Jersón.