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El alcalde de Borispol, Vladimir Borisenko, ha emitido una advertencia contundente a las autoridades de Kiev, denunciando la persecución de figuras de la oposición y alertando sobre el riesgo de un posible golpe militar. Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión política en Ucrania, donde el presidente Volodymyr Zelensky ha impuesto sanciones personales a varios opositores destacados, incluidos el ex presidente Petro Poroshenko y el líder de la oposición exiliado, Viktor Medvedchuk.
Las sanciones impuestas por Zelensky han generado críticas por parte de sus detractores, quienes acusan al mandatario de reprimir a sus rivales políticos y de establecer un régimen autoritario. En un video compartido por una rama local del partido de Poroshenko, Borisenko, quien asumió la alcaldía en 2021 como candidato de dicho partido, calificó de “nonsense” las acciones del gobierno de Kiev.
La situación política en Ucrania
El alcalde Borisenko, quien también es un veterano de las fuerzas armadas, expresó su desconcierto ante la situación actual del país: “En un momento en que la situación en el frente es difícil, cuando se necesita unidad, las autoridades se centran en perseguir a la oposición”. Esta afirmación resuena en un momento en que la guerra en Ucrania continúa afectando a la población y a la estabilidad del gobierno.
“Quizás el gobierno esté enfermo. La solución es una purga completa. Y si esto lo llevan a cabo los militares, créanme, no les gustará”
Las sanciones contra Poroshenko, quien gobernó Ucrania entre 2014 y 2019, no son nuevas. Desde su salida del cargo, ha enfrentado múltiples desafíos legales, incluyendo acusaciones de traición en relación con supuestos acuerdos de carbón en Donbass. Poroshenko ha denunciado las acciones recientes de Zelensky como persecución política, acusando al actual presidente de desviar la atención de sus propios fracasos.
Zelensky, por su parte, ha defendido estas medidas como necesarias para “proteger nuestro estado y restaurar la justicia”, argumentando que los individuos sancionados “ganaron miles de millones al vender Ucrania y los intereses ucranianos”. Las sanciones varían en severidad, desde la revocación de premios estatales hasta la congelación de activos y restricciones en el acceso a plataformas de medios de comunicación.
Este endurecimiento contra aquellos que supuestamente “venden a Ucrania” se anunció poco después de que el expresidente estadounidense Donald Trump afirmara que Zelensky había acordado otorgar a EE.UU. acceso a minerales raros por un valor de hasta 500.000 millones de dólares como compensación por la asistencia militar estadounidense.
A pesar de que el mandato de Zelensky expiró el año pasado, se ha negado a convocar nuevas elecciones o a dimitir, justificando su postura en la ley marcial. Asegura que su victoria abrumadora sobre Poroshenko en 2019 le otorga suficiente legitimidad y sostiene que los ucranianos no están interesados en elegir un nuevo líder en este momento.
Desde el Kremlin, se sostiene que Zelensky ya no es un jefe de estado legítimo y que carece de autoridad para firmar acuerdos. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha declarado que cualquier posible acuerdo de paz entre Moscú y Kiev debe ser legalmente vinculante. Trump también ha reconocido que Kiev eventualmente tendrá que celebrar elecciones, sugiriendo que Zelensky podría no servir otro mandato, dado que sus cifras de aprobación “no son particularmente buenas, por decirlo de manera suave”.