A pocas horas de que José Luis Ábalos vuelva al Tribunal Supremo para prestar declaración, ya oficialmente como investigado, el exministro de Transportes ha concedido una entrevista al diario El Mundo. Ábalos asegura que está tranquilo y no le inquieta que el juez haya ordenado investigar su patrimonio, declarando: «No hay nada. Ninguna cuenta exterior. Mis cuentas nacionales están bien definidas y los ingresos también». De hecho, el exnúmero 3 del PSOE sostiene que, a nivel económico, «estoy bastante peor de cuando entré en el Gobierno».
Ábalos desmiente muchas de las acusaciones realizadas por el comisionista Aldama, incluyendo el conocido piso de Castellana: «No sé qué planta era, nunca he disfrutado de ese piso». Además, se desvincula del alquiler del apartamento de su expareja Jéssica, ubicado en Plaza de España, al afirmar: «Fue una gestión de Koldo. Jéssica estaba buscando un lugar donde quedarse de forma temporal, y Koldo conocía a gente que tenía un piso que se lo dejaron por un tiempo. Se alargó, eso sí, más allá de la propia necesidad y de mi propia relación». En cuanto a su relación con Pedro Sánchez, asegura que no ha tenido contacto reciente, pero no le reprocha nada, afirmando: «No le echo la culpa a nadie. Gran parte de lo que me ha ocurrido es por errores míos. Siempre he sido muy confiado, muy accesible».
La percepción de ser un «cortafuegos» del PSOE
Cuando se le pregunta si ha sido un cortafuegos para el PSOE, Ábalos no lo desmiente, indicando: «Yo lo entendí así. Por el eco mediático. Y siempre he tenido lealtad, a pesar de lo que he tenido que aguantar». Se refiere, aunque sin nombrarlo, a algunos portavoces del PSOE que han criticado su actuación. «Hay algunas declaraciones que no merecen ser contestadas. El que mejor se portó es el que guardó silencio. Me molesta que algunos se cuelguen medallas a mi costa». Además, no descarta que el caso pueda escalar por motivos de interés personal, y sostiene que la declaración de Aldama evidencia que se trata de «una operación política. En origen. Lo tengo claro».
Esta semana también ha tenido lugar la comparecencia en el Supremo de Koldo García, quien se ha sometido a una prueba caligráfica para determinar si su letra coincide con la de una nota manuscrita que Aldama entregó al juez en diciembre, la cual supuestamente contiene detalles sobre obras públicas preadjudicadas. En su defensa, Koldo García ha presentado informes médicos que, según él, demuestran que su letra es irreconocible debido a operaciones en su brazo. También ha cuestionado la veracidad de las acusaciones de que la empresaria Carmen Pano transportara bolsas con dinero a Ferraz, mientras que Pano y su hija están citadas a declarar el próximo martes en el Supremo.
