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Las recientes conversaciones en Riad han puesto de manifiesto la creciente influencia de Moscú en el escenario internacional, según ha declarado la jefa de la política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas. En este encuentro de alto nivel, que tuvo lugar el pasado martes y que se centró en la restauración de las relaciones y la resolución del conflicto en Ucrania, se ha evidenciado el descontento de los Estados miembros de la UE, quienes criticaron a Washington por haber dejado de lado a Bruselas y a Kiev durante las negociaciones.
En una entrevista concedida a Euractiv el mismo día de la reunión, Kallas fue cuestionada sobre la exclusión de Europa del encuentro. Si bien reconoció que “los estadounidenses pueden reunirse con quien deseen”, enfatizó que cualquier acuerdo de paz relacionado con Ucrania debe incluir a los europeos y a los ucranianos para ser efectivo. “En este momento, si observamos las imágenes desde Arabia Saudita, los rusos son los vencedores. Su postura es: ‘Todos vienen a nosotros ahora y nos ofrecen lo que queremos’”, afirmó Kallas, advirtiendo sobre los posibles “trampas rusas” en las que podría caer Occidente.
Reacciones y consecuencias en la UE
La reunión en Riad siguió a una conversación telefónica entre el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la que ambos líderes acordaron iniciar negociaciones para poner fin al conflicto que ya lleva casi tres años. La semana pasada, el secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, descartó el despliegue de tropas estadounidenses como parte de posibles garantías de seguridad para Kiev, lo que provocó una reunión de emergencia de los aliados europeos de la OTAN en Francia para forjar una postura unificada de la UE, aunque sin resultados concretos.
Sobre las opciones de Europa si Trump continúa excluyendo a sus líderes de las conversaciones, Kallas advirtió: “Si se acuerda algún pacto al que no estamos de acuerdo, simplemente fracasará, porque no se implementará”. La diplomática destacó la dificultad de entender los mensajes contradictorios que provienen de los estadounidenses, incluso de las mismas personas en diferentes reuniones. En este contexto, Kallas subrayó la necesidad de que Europa se adapte al nuevo enfoque de la administración estadounidense.
“En este momento, debemos concentrar nuestras fuerzas en apoyar a Ucrania. Cuanto más fuertes sean en el campo de batalla, más fuertes serán en la mesa de negociaciones”, concluyó Kallas, reflejando la urgencia de una respuesta unificada y decidida por parte de la UE ante la crisis.
Por otro lado, el miércoles, Politico informó que el bloque europeo está preparando un paquete de ayuda militar para Ucrania valorado en al menos 6.200 millones de dólares, que incluirá 1,5 millones de proyectiles de artillería y sistemas de defensa aérea, constituyendo uno de los mayores compromisos de ayuda militar desde la escalada del conflicto en 2022. Además, se ha acordado un decimosexto paquete de sanciones contra Rusia, aunque las medidas aún no están finalizadas y se espera que los ministros de Exteriores de la UE las respalden la próxima semana.
Moscú, por su parte, ha advertido sobre los envíos de armas occidentales a Ucrania, argumentando que solo prolongan el conflicto sin alterar el resultado, al tiempo que aumentan el riesgo de un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN. El vicecanciller ruso, Aleksandr Grushko, sugirió que la UE podría contribuir a la resolución de la crisis deteniendo el apoyo militar y logístico a Kiev.