El canciller alemán y candidato del Partido Socialdemócrata (SPD), Olaf Scholz, ha descartado la posibilidad de formar una coalición con La Izquierda o su escisión, la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), tras las elecciones del próximo domingo. Durante un debate televisado, Scholz argumentó que estas formaciones políticas quieren «dejar sola a Ucrania» en el contexto de la guerra con Rusia, lo que considera inaceptable. «No puedo imaginármelo. Está fuera de debate», afirmó, dejando claro su posicionamiento ante su principal rival, el líder conservador Friedrich Merz.
El canciller también indicó que no existen planes para aliarse con Die Linke o BSW, a pesar de que su partido sí colabora con ellos a nivel regional. Actualmente, el SPD se encuentra en una situación complicada, ocupando el tercer lugar en las encuestas con un 15% de apoyo, por detrás de la ultraderecha. Scholz reconoció que, numéricamente, no sería seguro que pudieran alcanzar una mayoría incluso aliándose con los Verdes y La Izquierda, a menos que BSW logre entrar al Parlamento. Sin embargo, esta combinación sería la única opción viable para que los socialdemócratas pudieran liderar el Gobierno y mantener a Scholz como canciller.
La situación política y las elecciones
En el debate, Scholz hizo un llamado a los votantes, subrayando que un SPD fuerte es esencial no solo para implementar su programa, sino también para evitar una posible alianza entre los conservadores y la ultraderecha. Merz, cuyo bloque se prevé que obtenga un 30% de los votos según las encuestas, rechazó nuevamente esta posibilidad y criticó la gestión del Gobierno de Scholz, argumentando que la ultraderecha ha duplicado su apoyo durante su mandato debido a una política migratoria y económica fallida.
El candidato conservador no dudó en afirmar que «no habrá un milagro en los cuatro días que quedan hasta las elecciones», sugiriendo que la cancillería de Scholz podría llegar a su fin el próximo domingo. En un momento más personal del debate, ambos candidatos compartieron aspectos de su vida privada; Scholz se describió como una persona «muy feliz», mientras que Merz habló de la pérdida de su hermana y hermano, lo que dejó «huellas profundas» en su familia.
