Las tensiones entre Ucrania y Estados Unidos han aumentado tras las recientes declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien ha calificado al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, de «dictador sin elecciones». Esta controversia ha llevado a varios funcionarios ucranianos a salir en defensa de su líder, resaltando la resistencia de Ucrania ante la agresión rusa.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrey Sibiga, enfatizó en un mensaje publicado en X que el pueblo ucraniano y su presidente han resistido «el ataque militar más horroroso en la historia moderna de Europa». Sibiga subrayó que «nadie puede forzar a Ucrania a rendirse», reafirmando la determinación del país de continuar su lucha contra Rusia.
Defensa de Zelensky ante las críticas
La defensa de Zelensky no se limitó a los altos funcionarios. Boris Filatov, alcalde de Dnipro, también expresó su apoyo en Facebook, argumentando que tanto Estados Unidos como Rusia «no tienen derecho a hablar mal» de Zelensky, quien, a pesar de las críticas, sigue siendo «nuestro presidente». Esta declaración resalta la unidad interna en Ucrania frente a las presiones externas.
A pesar de que el mandato presidencial de Zelensky expiró en mayo de 2024, no se han convocado nuevas elecciones debido a la ley marcial. Trump, en sus recientes comentarios, sugirió que Zelensky debería enfrentar elecciones, alegando que su popularidad ha caído a un 4%. Sin embargo, Zelensky respondió citando una encuesta que lo coloca en un 57% de aprobación, desafiando así las afirmaciones de Trump. Durante los primeros meses del conflicto con Rusia en 2022, su popularidad alcanzó el 90%, aunque ha disminuido en medio de las dificultades económicas y las pérdidas en el campo de batalla.
En una entrevista reciente, Zelensky advirtió sobre la «baja probabilidad de supervivencia» de Ucrania sin el apoyo estadounidense. En respuesta, el vicepresidente de EE. UU., J.D. Vance, advirtió a Zelensky que criticar a Trump no le ganaría favores en Washington. Este intercambio pone de manifiesto la compleja relación entre Ucrania y Estados Unidos en el contexto de la guerra con Rusia.
