Israel se encuentra en estado de alerta tras una serie de explosiones ocurridas en autobuses en Bat Yam, una ciudad situada al sur de Tel Aviv. Según informes de la policía, las explosiones se produjeron en varios puntos de la ciudad, aunque los autobuses estaban vacíos y no se han registrado víctimas. Las fuerzas de seguridad han sido desplegadas para investigar el suceso y localizar a los responsables.
Las unidades de desactivación de explosivos de la policía están llevando a cabo una búsqueda de objetos sospechosos en la zona. La policía ha instado a la población a mantenerse alejada de las áreas afectadas y a estar alerta ante cualquier objeto que pueda resultar peligroso.
El alcalde de Bat Yam, Tzvika Brot, confirmó que las explosiones se produjeron en dos autobuses estacionados en diferentes aparcamientos. Brot aseguró que no hay heridos y que las circunstancias que rodean las explosiones aún no han sido esclarecidas.
Desde el primer momento, los medios de comunicación han informado que se ha solicitado a los conductores de autobuses de todo el país que detengan sus vehículos para inspeccionarlos en busca de posibles dispositivos explosivos. Las imágenes difundidas por los canales de televisión israelíes muestran un autobús quemado y otro en llamas, lo que ha elevado la preocupación entre la población.
Reacción del Gobierno y la Policía
El Gobierno israelí ha indicado que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, está recibiendo actualizaciones periódicas sobre la situación de seguridad. Se espera que el mandatario realice una evaluación de la situación en breve. La ministra de Transportes, Miri Regev, ha ordenado a la Autoridad de Transporte Público que detenga y registre todos los autobuses, trenes y trenes ligeros, siguiendo las instrucciones de la Policía y del Shin Bet, el servicio de seguridad interna de Israel.
El jefe de Policía del distrito de Tel Aviv, Haim Sargarof, ha afirmado que los explosivos utilizados parecen ser de fabricación casera y podrían tener su origen en Cisjordania. En este contexto, el Batallón Tulkarem de las Brigadas Ezzeldín al Qassam, brazo armado de Hamás, ha emitido un comunicado en el que advierte que «la venganza de los mártires no será olvidada mientras el ocupante esté en nuestra tierra».
La prensa israelí ha reportado que otros dos autobuses podrían haber sido objeto de explosiones, aunque los artefactos en su interior no llegaron a detonar. Se ha indicado que uno de estos dispositivos sin explotar contenía un mensaje que decía «Venganza de Tulkarem».
Este incidente se produce en un contexto de creciente tensión, tras un reciente operativo militar del Ejército israelí en la ciudad cisjordana de Tulkarem, donde se alegó haber encontrado «infraestructura terrorista» de Hamás. Los residentes locales han denunciado un aumento de las operaciones militares israelíes, que consideran una extensión de la violencia desde la Franja de Gaza.
