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El enigma de los mutílidos: Un estudio sobre hormigas de terciopelo y su color ultranegro
Son escasas las personas que han decidido adentrarse en el fascinante mundo de los mutílidos, insectos comúnmente conocidos como hormigas de terciopelo. Su estudio resulta tanto intrigante como complejo, como se menciona en un trabajo clásico sobre estos himenópteros: “Ninguna [especie de himenóptero] puede proporcionar más horas de fascinación y frustración que las hormigas de terciopelo”. A pesar de su apariencia aterciopelada, que se debe a una densa capa de pelo que cubre su cuerpo, los mutílidos no son hormigas en sentido estricto, sino que están más estrechamente relacionados con las avispas. Actualmente, la familia Mutillidae cuenta con 4,693 especies, de las cuales la mayoría permanece casi completamente desconocida para la ciencia.
El desafío que presentan estos insectos proviene en gran medida de su biología. Existe un marcado dimorfismo sexual: las hembras son ápteras y de mayor tamaño, mientras que los machos cuentan con alas y suelen ser más pequeños. Esta diferencia complica su taxonomía, ya que una especie puede haber sido descrita bajo distintos géneros. Además, las hembras buscan nidos de otros insectos, como avispas solitarias, para depositar sus huevos, y las larvas, al eclosionar, actúan como parásitos alimentándose de la pupa del huésped. Este comportamiento introduce un nivel adicional de complejidad al estudio de estas especies, que requieren observar y comprender las interacciones en sus hábitats naturales, además de su estilo de vida solitario que dificulta su localización.
La investigación sobre un particular mutílido llamado Traumatomutilla bifurca ha revelado hallazgos sorprendentes. Esta especie, con su distintiva coloración blanca y negra, captó la atención del entomólogo Vinicius López durante una expedición en el Parque Nacional de Chapada dos Guimarães. Años más tarde, el equipo de López utilizó un espectrómetro para medir la luz reflejada por la cutícula de T. bifurca, descubriendo que el negro de este insecto reflejaba menos luz que el calibrador negro del dispositivo. Este fenómeno se conoce como ultranegro, un color extremadamente raro en la naturaleza que se encuentra en algunos animales, como la araña pavo real y la víbora del gabón. Aunque el propósito del ultranegro en T. bifurca aún no es del todo claro, se especula que puede ayudar a las hembras a evadir depredadores, dado que su comportamiento sexual no parece vincularse con la atracción de machos. La investigación en curso sobre estos insectos no solo despierta curiosidad científica, sino que también abre la puerta a posibles aplicaciones tecnológicas, como mejoras en dispositivos ópticos y paneles solares, al inspirarse en los mecanismos que la naturaleza ha perfeccionado a lo largo de millones de años.