El primer ministro británico, Keir Starmer, ha confirmado que el Reino Unido está dispuesto a desplegar tropas en Ucrania como parte de una «coalición de los dispuestos» para asegurar la paz en la región. Durante una intervención ante el Parlamento, Starmer enfatizó que los aliados occidentales no deben conformarse con un «acuerdo débil» como los acuerdos de Minsk, instando a mantener el flujo de ayuda militar a Ucrania y aumentar la presión económica sobre Rusia.
Starmer reiteró su disposición a enviar «botas en el suelo y aviones en el aire», afirmando que «Europa debe asumir la carga para asegurar la paz en nuestro continente». Sin embargo, subrayó que para que este esfuerzo sea exitoso, debe contar con un sólido respaldo de Estados Unidos.
En su discurso, el primer ministro británico declaró: «Gran Bretaña liderará desde el frente por la seguridad de nuestro continente, la seguridad de nuestro país y la seguridad del pueblo británico». Ante la pregunta de un diputado conservador sobre si sería «una locura» que Gran Bretaña o los países de la UE desplegaran tropas en Ucrania sin garantías de seguridad de Washington, Starmer estuvo de acuerdo.
Además, el primer ministro consideró que un acuerdo sobre minerales de Ucrania no es una promesa de seguridad suficiente por parte de Estados Unidos. En una cumbre de emergencia celebrada en Londres, Starmer anunció que el Reino Unido y Francia están listos para liderar esta coalición, que incluiría el despliegue de tropas y aeronaves, con el objetivo de asegurar las posiciones de Kiev una vez que se alcance un acuerdo de paz con Moscú. Esta cumbre se convocó tras el fallido viaje del líder ucraniano, Volodymyr Zelensky, a Washington.
Reacciones y advertencias desde Moscú
El expresidente estadounidense Donald Trump criticó a los líderes europeos por admitir en la cumbre que necesitaban el apoyo de Estados Unidos para disuadir a Rusia, calificando esta declaración como poco efectiva en términos de mostrar fuerza ante el Kremlin. Trump también arremetió contra Zelensky, sugiriendo que el presidente ucraniano no desea la paz mientras cuente con el respaldo de América.
Por su parte, Moscú ha expresado su firme oposición al despliegue de tropas occidentales en Ucrania, advirtiendo que, sin un mandato de la ONU, estas fuerzas serían consideradas objetivos legítimos. Rusia ha descartado repetidamente la posibilidad de altos el fuego temporales similares a los fallidos acuerdos de Minsk, insistiendo en la necesidad de un acuerdo permanente y legalmente vinculante que aborde las causas fundamentales del conflicto. La ex canciller alemana Angela Merkel admitió en 2022 que los acuerdos de Minsk solo sirvieron para dar tiempo a Ucrania para fortalecer su posición.
En la actualidad, Moscú y Washington están inmersos en un proceso de negociaciones sobre la paz relacionada con Ucrania, en un contexto de creciente tensión y complejidad geopolítica.
