
Un reciente estudio ha revelado que las mariposas en Estados Unidos están desapareciendo a un ritmo alarmante, con una disminución del 22% en su población desde el año 2000. Esta investigación, publicada en la revista Science, es la primera análisis sistemático a nivel nacional sobre la abundancia de estas especies, y ha encontrado que el número de mariposas en los 48 estados contiguos ha disminuido, en promedio, un 1.3% anual durante las dos últimas décadas.
Los autores del estudio, que combinaron casi 77,000 encuestas de 35 programas de monitoreo, documentaron un total de 12.6 millones de mariposas a lo largo de los años. Entre las especies estudiadas, 114 han mostrado declives significativos, mientras que solo nueve han experimentado un aumento. Entre los datos más preocupantes se encuentra el de las mariposas monarca, cuya población ha caído a menos de 10,000 ejemplares, un descenso drástico desde 1.2 millones en 1997.
Factores detrás de la disminución
Las causas de esta alarmante reducción en las poblaciones de mariposas incluyen el uso de insecticidas, el cambio climático y la pérdida de hábitat. Según Nick Haddad, entomólogo de la Universidad Estatal de Michigan y coautor del estudio, “las mariposas han estado disminuyendo durante los últimos 20 años, y no vemos ninguna señal de que eso vaya a cambiar”.
David Wagner, un entomólogo de la Universidad de Connecticut, ha calificado esta situación como “catástrofica y triste”, advirtiendo que en un período de 30 a 40 años podríamos estar hablando de la pérdida de la mitad de las mariposas en el continente. Este fenómeno no solo afecta a las mariposas, sino que también es indicativo de la salud de los ecosistemas en general.
El estudio identificó que las áreas más afectadas son las del suroeste de Estados Unidos, donde las poblaciones de mariposas han disminuido en más de un 50% en los últimos 20 años. Las condiciones climáticas extremas, como la sequedad y el calor, parecen tener un impacto desproporcionado en estas especies. De acuerdo con Collin Edwards, ecólogo y autor principal del estudio, “las mariposas que habitan en áreas más cálidas y secas están teniendo un rendimiento particularmente pobre”.
En respuesta a la crisis, los expertos subrayan la importancia de restaurar hábitats y promover prácticas que favorezcan la conservación de las mariposas. Medidas simples, como la creación de espacios verdes en áreas urbanas, pueden contribuir significativamente a mejorar la situación de estas especies.
El estudio también plantea un mensaje claro sobre la interdependencia de las especies y la fragilidad de los ecosistemas. Anurag Agrawal, experto en mariposas de la Universidad de Cornell, enfatiza que la pérdida de mariposas es un mal presagio para la humanidad, ya que estas criaturas son embajadoras de la belleza y la fragilidad de la naturaleza. Sin duda, el futuro de las mariposas puede ser un reflejo del futuro de nuestro propio entorno.