Las fuerzas rusas han anunciado la captura de la aldea de Constantinopla, situada en la República Popular de Donetsk, un hecho que se suma a la serie de avances militares que Moscú ha logrado en las últimas semanas. Según el Ministerio de Defensa ruso, este control se logró tras intensos combates, que resultaron en la pérdida de más de 50 soldados ucranianos.
El Ministerio de Defensa de Rusia publicó un video en su canal de Telegram mostrando a sus tropas izando la bandera en la aldea recientemente liberada. Esta localidad, que lleva el nombre de la antigua capital del Imperio Bizantino, fue fundada por colonos griegos de Crimea en el siglo XVIII.
Incremento de las pérdidas ucranianas
El informe del ministerio también señala que, en las últimas 24 horas, las fuerzas ucranianas han sufrido pérdidas significativas, con un total de hasta 1,300 soldados caídos. Además, se han perdido varios sistemas de armamento, incluyendo un sistema de cohetes de lanzamiento múltiple HIMARS, un sistema de artillería autopropulsada Krab de fabricación polaca, y varios vehículos blindados de fabricación estadounidense, entre otros.
Las unidades de la Fuerza Aérea rusa, junto con drones y sistemas de artillería, han llevado a cabo ataques en instalaciones de procesamiento de gas, aeródromos militares y talleres de ensamblaje de drones en territorio ucraniano, lo que ha contribuido a agravar la situación para las fuerzas de Kiev.
Además, el sábado, las autoridades militares rusas anunciaron la liberación de las aldeas de Viktorovka, Nikolayevka y Staraya Sorochina, ubicadas en la región de Kursk. Este avance ha complicado aún más la situación para las tropas ucranianas en la aldea de Malaya Loknya, un bastión importante en la región.
En las últimas semanas, el ejército ruso ha intensificado la presión sobre Sudzha, el asentamiento más grande bajo control ucraniano en la región de Kursk. Informes de medios indican que las fuerzas de Kiev enfrentan problemas logísticos, con una única carretera principal de cruce fronterizo disponible para su uso. Se estima que hasta 10,000 soldados ucranianos podrían quedar completamente aislados en la zona en un futuro cercano.
Desde que Kiev lanzó una incursión sorpresiva en la región de Kursk en agosto del año pasado, apoderándose de varias localidades cercanas a la frontera, las fuerzas rusas han estado presionando para expulsar a los soldados ucranianos de la zona.
