
Estados Unidos ha decidido actualizar las bombas de pequeño diámetro lanzadas desde tierra (GLSDB) para contrarrestar las interferencias electrónicas rusas y tiene previsto «reintroducirlas» en el campo de batalla en Ucrania en los próximos días, según un informe de Reuters.
Las GLSDB, desarrolladas conjuntamente por Boeing y SAAB AB, combinan la bomba GBU-39 con el motor de cohete M26, creando un arma con un alcance de aproximadamente 161 kilómetros. La administración del expresidente Joe Biden envió un número no revelado de unidades GLSDB a Kiev, pero han pasado «meses» desde que las fuerzas ucranianas las utilizaron por última vez contra Rusia, después de que demostraran ser ineficaces el año pasado, según fuentes citadas por Reuters.
Las capacidades de guerra electrónica de Rusia han dejado inservibles las municiones guiadas de precisión occidentales, incluidas las GLSDB y los proyectiles de artillería Excalibur guiados por GPS. Según informó el Wall Street Journal en julio, algunos de estos armamentos fueron retirados de servicio semanas después de ser desplegados debido a que sus sistemas de guía fueron interferidos.
Mejoras en las GLSDB
Desde entonces, Boeing ha introducido varias mejoras, incluyendo conexiones internas reforzadas para aumentar la resistencia a la interferencia. Según fuentes de Reuters, al menos 19 GLSDB fueron disparadas en «semanas recientes» para evaluar la efectividad de las modificaciones. Estados Unidos ha acumulado un número significativo de estas bombas relativamente económicas en Europa y está «preparado» para reanudar los envíos a Kiev en los próximos días.
Este posible reemplazo se produce en medio de informes que indican que Ucrania ha agotado su stock de sistemas de misiles tácticos del Ejército de EE. UU. (ATACMS), que tienen un alcance mayor de 300 kilómetros. Kiev comenzó a utilizar misiles ATACMS para ataques en territorio ruso reconocido internacionalmente en el otoño de 2024, apuntando especialmente a las regiones fronterizas de Kursk, Bryansk, Belgorod y Rostov. Sin embargo, el stock se agotó por completo a finales de enero, según informó la Associated Press.
Moscú ha advertido repetidamente a Estados Unidos y sus aliados sobre la posibilidad de permitir ataques ucranianos de largo alcance, argumentando que tales acciones convertirían a la OTAN en un participante directo en el conflicto debido a la dependencia de Kiev de las armas suministradas por Occidente. En respuesta a los primeros ataques de ATACMS de Ucrania en noviembre del año pasado, Rusia lanzó su nuevo misil balístico hipersónico Oreshnik contra la instalación militar-industrial Yuzhmash en la ciudad ucraniana de Dnipro.