El impacto del cambio climático en la producción de jarabe de arce en Maine
En la localidad de Sebago, Maine, la producción de jarabe de arce, una tradición que se remonta a los colonizadores europeos, enfrenta importantes desafíos debido al cambio climático. Alan Greene, que dirige la operación familiar Greene Maple Farms, ha notado que el clima ha cambiado drásticamente en la última década. Según explica, el calentamiento ha alterado el ciclo natural de la producción, haciendo que las temperaturas suban de manera abrupta, interrumpidas por heladas profundas. «Los últimos diez años, definitivamente nos estamos calentando más temprano», afirma Greene, lo que ha modificado el momento en que se recolecta la savia del arce.
A pesar de que este invierno ha sido frío en Maine, a nivel nacional se ha registrado un aumento de aproximadamente 4 grados Fahrenheit en las temperaturas invernales debido al cambio climático, según la organización Climate Central. En Portland, la ciudad más poblada de Maine, se han contabilizado 22 días más cálidos en invierno en comparación con 1970. Este incremento en las temperaturas afecta directamente a la producción de jarabe de arce, ya que la savia fluye mucho antes en la temporada, lo que contrasta con los registros históricos del padre de Greene, quien comenzaba a hervir la savia alrededor del 21 de marzo, mientras que su hijo ahora concluye la temporada en esa misma fecha.
Los expertos advierten que las condiciones actuales están poniendo en riesgo la industria del jarabe de arce, que genera unos 1.500 millones de dólares anuales en Estados Unidos. Jason Lilley, profesor de agricultura sostenible en la Universidad de Maine, asegura que los árboles de arce están «absolutamente» bajo estrés por el cambio climático. Para hacer frente a esta situación, algunos productores están buscando variedades de árboles más resistentes y están implementando tecnologías como sistemas de tuberías de plástico y succión al vacío, que les permiten adaptarse a los cambios climáticos y continuar con la producción del preciado jarabe. Greene coincide en que la incorporación de tecnología puede ser una solución viable para asegurar el futuro de esta tradición en el estado.
