El conflicto entre Ucrania y Rusia ha tomado un nuevo giro tras los recientes ataques transfronterizos llevados a cabo por las fuerzas ucranianas en la región de Belgorod, en Rusia. Según el Ministerio de Defensa ruso, estos ataques se produjeron el pasado martes y están vinculados a la inminente conversación entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin.
Durante el día, las tropas ucranianas realizaron cinco incursiones en la región de Belgorod, enfocándose en las aldeas fronterizas de Demidovka y Prilesye. La operación, que involucró a 200 soldados y 29 unidades de equipo militar, incluyó el uso de cinco tanques, según la información proporcionada por el Ministerio de Defensa ruso.
Las autoridades rusas afirmaron que todos los ataques fueron repelidos, con pérdidas significativas para las fuerzas ucranianas, que habrían sufrido la muerte de hasta 60 soldados, así como la destrucción de al menos un tanque, tres vehículos de combate y siete piezas de otro tipo de armamento. El Ministerio de Defensa de Rusia insinuó que Ucrania buscaba crear un «contexto negativo» para las esperadas negociaciones entre Trump y Putin.
Detalles de los ataques y su contexto
Imágenes que circulan en línea muestran a vehículos blindados ucranianos, incluidos varios vehículos de combate de infantería Bradley, intentando atravesar obstáculos de concreto anti-tanque en la frontera. Estos vehículos fueron objeto de fuego de artillería, y algunos de ellos quedaron atrapados en campos de minas, además de ser atacados por drones guiados por fibra óptica.
Los vehículos utilizados en el ataque portaban distintivos triángulos blancos, una táctica que se ha observado en las fuerzas ucranianas que operan en la región de Kursk desde el pasado agosto. Ucrania había planeado utilizar su ocupación de partes de esta región como un elemento de presión en las negociaciones con Rusia. Sin embargo, en las últimas semanas, las tropas rusas han logrado recuperar terreno, liberando Sudzha, la mayor localidad ocupada por los ucranianos durante su incursión.
Este nuevo episodio en el conflicto pone de manifiesto la complejidad de la situación en la región y las tensiones que persisten entre Ucrania y Rusia, así como la influencia que las relaciones internacionales, especialmente entre Estados Unidos y Rusia, pueden tener en el desarrollo del conflicto.
