
Ecuador se enfrenta a una crisis ambiental tras el vertido de miles de barriles de crudo en su noroeste, lo que ha provocado la declaración de una emergencia ambiental. Este desastre se originó la semana pasada cuando un deslizamiento de tierra rompió un importante oleoducto, liberando decenas de miles de barriles de petróleo en la región.
El crudo se ha extendido desde el río Esmeraldas, donde se produjo el derrame, hacia al menos otros cuatro cauces. Según el alcalde de Esmeraldas, Vicko Villacis, cerca de medio millón de personas se han visto afectadas, especialmente aquellas que dependen de los ríos para obtener agua potable. En un área donde el acceso a este recurso es crítico, la situación se ha vuelto alarmante.
Medidas y consecuencias
El gobierno ecuatoriano ha declarado una emergencia ambiental en la provincia, que alberga un refugio de vida silvestre con más de 250 especies animales. La estatal Petroamazonas, responsable del oleoducto dañado, ha comenzado a utilizar camiones cisterna para recuperar la mayor cantidad posible de crudo derramado, aunque hasta el momento no se ha cuantificado la cantidad exacta que ha sido liberada. Sin embargo, el alcalde Villacis estimó que podrían ser alrededor de 200,000 barriles.
Ante la grave situación, se han desplegado tres barcos que transportarán agua potable a Esmeraldas, un esfuerzo que será fundamental para mitigar el impacto en la población afectada. En Rocafuerte, un pueblo pesquero de la provincia, se han observado embarcaciones y redes cubiertas de petróleo, lo que pone en riesgo la subsistencia de muchas familias que dependen de la pesca. Luis Cabezas, un residente local, expresó su preocupación: «Si continúa así, no podremos pescar más».
Ecuador, que en 2024 produjo aproximadamente 475,000 barriles de petróleo al día, enfrenta una crisis que no solo afecta a la población, sino que también pone en peligro uno de sus principales productos de exportación. El oleoducto dañado es parte del Sistema de Oleoducto Trans-Ecuatoriano (SOTE), capaz de transportar 360,000 barriles diarios en un recorrido de 500 kilómetros desde la Amazonía hasta la costa del Pacífico.