
La inteligencia artificial (IA) ha tomado un protagonismo significativo en el debate público actual, lo que se evidencia en una reciente encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Este estudio, que abarcó 4.004 entrevistas entre el 6 y el 15 de febrero, revela que un abrumador 92,7% de los encuestados considera que las empresas y organizaciones deben informar sobre el uso de IA en lugar de humanos, mientras que el 93,4% considera importante regular el desarrollo de esta tecnología. Estos datos subrayan la creciente preocupación y el interés de la ciudadanía en torno a las implicaciones de la IA en la vida cotidiana.
Un aspecto notable de la encuesta es que el 41,1% de los participantes afirma haber utilizado al menos una vez herramientas de IA generativa, como ChatGPT, en el último año. A pesar de que el 92,3% de los encuestados ha oído hablar de estas aplicaciones, hay un sentimiento generalizado de incertidumbre hacia la tecnología. En este sentido, el 75,5% de los que conocen la IA manifiestan que esta provoca inquietud, y un 51,2% expresa miedo ante sus posibles repercusiones. La percepción negativa se extiende al mercado laboral, donde el 56% de los encuestados opina que la IA puede generar más perjuicios que beneficios.
Además de preocupaciones sobre el empleo, la encuesta revela que un 76,8% de la población está de acuerdo en prohibir la recopilación de datos personales para su venta, y el 75,8% considera que las políticas de privacidad son insuficientemente claras. Sin embargo, la IA también se percibe como una herramienta con potencial de mejora en sectores como la medicina, donde el 66% de los encuestados cree que puede ser muy beneficiosa. Con el auge de aplicaciones de IA generativa desde la aparición de ChatGPT en 2022, la sociedad se enfrenta a un dilema: aprovechar sus ventajas mientras se mitigan los riesgos asociados, como la desinformación y la violación de la privacidad.