
El deshielo ártico alcanza niveles históricos
La temporada de acumulación de hielo marino en el Ártico ha registrado su nivel más bajo desde que comenzaron las observaciones hace 47 años, un fenómeno que los científicos atribuyen al cambio climático y que tendrá consecuencias a nivel global. Según el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos, la medición máxima de hielo marino alcanzada en marzo fue de 5,53 millones de millas cuadradas (14,33 millones de kilómetros cuadrados), lo que representa una disminución de aproximadamente 30,000 millas cuadradas (80,000 kilómetros cuadrados) respecto al mínimo anterior registrado en 2017. Esta diferencia es comparable en tamaño al estado de California.
El calentamiento en el Ártico es alarmante, ya que esta región se calienta cuatro veces más rápido que el resto del mundo. Este fenómeno provoca una reducción en las diferencias de presión y temperatura entre el norte y el sur, lo que debilita la corriente en chorro que transporta los sistemas meteorológicos. Como resultado, estos sistemas tienden a desplazarse más al sur, ocasionando episodios de frío extremo y tormentas que se estancan, lo cual incrementa la cantidad de precipitaciones en diversas regiones. Julienne Stroeve, científica del hielo en la Universidad de Manitoba, subraya que el calentamiento en la atmósfera invernal del Ártico impacta en los patrones climáticos globales.
A medida que se reduce la extensión del hielo marino, también disminuye su grosor, lo que significa que la cantidad de hielo que permanecerá durante el verano será cada vez menor. Stroeve advierte que aunque el área de hielo marino invernal haya alcanzado un mínimo histórico, esto no garantiza que se registre un área igualmente reducida en verano. Además, el derretimiento del hielo en el Ártico está afectando a la fauna local, como los osos polares, que dependen de este hielo para cazar. Desde que se comenzó a monitorear el hielo marino en 1979, su extensión ha disminuido notablemente, alcanzando en su mejor momento 6,42 millones de millas cuadradas (16,64 millones de kilómetros cuadrados), lo que implica que el pico invernal ha menguado en un área comparable al tamaño de Pakistán. Este cambio en el hielo marino, que se ha venido acentuando en las últimas décadas, representa un claro indicador de los efectos del cambio climático que afectan tanto al Ártico como al resto del planeta.