
Las obras de artistas polacos de los siglos XIX y XX se exhiben por primera vez en el Museo Nacional de Arte Moderno de Kioto, Japón. La muestra, titulada ‘Young Poland: Polish Art 1890-1918’, incluye ecos de la tradición artística japonesa y reúne más de 150 piezas, entre pinturas, dibujos y grabados, que constituyen ejemplos icónicos del modernismo polaco.
Durante la inauguración oficial, la ministra de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia, Hanna Wróblewska, destacó la importancia de esta exposición para las relaciones culturales entre Polonia y Japón, subrayando que permite presentar, por primera vez en la Tierra del Sol Naciente, obras que forman parte del canon cultural nacional polaco.
El profesor Andrzej Szczerski, director del Museo Nacional de Cracovia, donde se pueden ver la mayoría de las piezas, calificó la exposición como «la mayor muestra del arte de la Joven Polonia en la historia de Japón». La gran afluencia de público y medios en la inauguración refleja la relevancia artística de las obras expuestas y la capacidad del arte de la Joven Polonia para expresar contenidos nacionales mientras se comunica en un lenguaje universal.
La exposición ocupa todo un piso del MOMAK (Museo Nacional de Arte Moderno de Kioto) y está organizada en torno a diferentes temas que abordan, entre otros, las inspiraciones de la naturaleza, la historia, las influencias japonesas y el estilo nacional polaco. Entre las obras exhibidas se encuentran piezas de maestros polacos como Olga Boznańska, Jacek Malczewski, Józef Mehoffer, Władysław Podkowiński, Józef Pankiewicz y Stanisław Wyspiański.
Los visitantes podrán admirar obras como ‘La familia del artista’ de Włodzimierz Tetmajer, ‘Stańczyk’ de Leon Wyczółkowski o ‘Czesząca się’ de Józef Pankiewicz. También destacan ‘Retrato de Feliks Jasieński’, ‘Chica con crisantemos’ y ‘Floristas’ de Boznańska, así como ‘Jane con una muñeca japonesa’ de Alphonse Karpinski y ‘La mujer barbuda’ de Władysław Ślewiński. Además, se presentan dos obras de Boznańska que nunca antes se habían exhibido: ‘Tulipanes’ y ‘Retrato de la Sra. L’, que forman parte de la colección de Magosaburō Ōhara, un empresario y coleccionista japonés.
El fenómeno de ‘Young Poland’ y su conexión con Japón
La Joven Polonia es un periodo singular y diverso en la pintura que, al igual que otros movimientos artísticos europeos, buscó manifestar una nueva forma de entender y expresar la identidad nacional. La historiadora del arte Maja Michalak explica que durante esta época, los artistas enfatizaban su individualidad y se inspiraban en corrientes como el art nouveau, el impresionismo, el simbolismo y el expresionismo, cada uno manifestándose de manera particular en sus obras.
Un aspecto especial de la exposición en Kioto es la posibilidad de rastrear cómo la estética japonesa influyó en los artistas polacos hace más de un siglo. Según Michalak, el ‘japonismo’ era una fascinación predominante en aquel tiempo, donde los artistas polacos incorporaban elementos del arte asiático en sus obras, no solo en forma de objetos como abanicos y kimonos, sino también a través de motivos como libélulas y pavos reales, así como en la composición diagonal y la asimetría inspirada en los grabados japoneses.
La curadora de la exposición, Urszula Kozakowska-Zaucha, resalta el papel fundamental de Feliks ‘Manggha’ Jasieński, un reconocido crítico de arte y coleccionista polaco que promovió el arte japonés en Polonia. La exposición incluye una sección dedicada a Jasieński, quien, con su pasión por la colección y su amistad con los artistas de la Joven Polonia, contribuyó a la difusión del japonismo entre ellos. Jasieński no solo coleccionó las mejores obras de arte japonés, sino que también facilitó a los artistas el acceso a su colección, e incluso les prestaba obras para sus propias creaciones.
La elección de la pintura ‘Chica con crisantemos’ de Olga Boznańska como símbolo de la muestra no es casual. Esta obra representa un renacimiento póstumo de la popularidad de la artista, cuyas sutiles y psicológicas retratos resuenan con las sensibilidades contemporáneas. La obra de Boznańska, caracterizada por su profundidad emocional, ha sido comparada con la de grandes maestros como Diego Velázquez y Édouard Manet. Su dedicación a la pintura y su lucha por la igualdad de oportunidades en un mundo dominado por hombres han hecho de ella una figura clave en la historia del arte polaco.
La exposición ‘Young Poland: Polish Art 1890-1918’ permanecerá en Kioto hasta el 29 de junio, ofreciendo a los visitantes una visión única de la conexión entre dos culturas a través del arte.