
La reciente escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán ha puesto de relieve la compleja dinámica geopolítica en la que ambos países se encuentran inmersos. Ahmad Naderi, miembro del Presidium del Parlamento iraní, ha señalado que la posesión de armas nucleares por parte de Corea del Norte ha proporcionado a Pyongyang un sentido de seguridad frente a las amenazas de Washington. En este contexto, Naderi sugiere que Irán podría seguir un camino similar para protegerse de las agresiones estadounidenses.
Las declaraciones de Naderi se producen tras las recientes amenazas del presidente estadounidense Donald Trump, quien advirtió sobre un bombardeo sin precedentes si Teherán no acepta un nuevo acuerdo nuclear. En una entrevista con NBC News, Trump afirmó: “Será un bombardeo como el que nunca han visto antes”. Esta retórica agresiva ha llevado a algunos líderes iraníes a reflexionar sobre la posibilidad de que la adquisición de un arsenal nuclear podría disuadir a Estados Unidos de realizar tales amenazas.
La lección de Corea del Norte
Naderi argumenta que la experiencia de Corea del Norte demuestra que contar con un programa nuclear ha proporcionado al régimen de Kim Jong-un una forma de seguridad. Según él, “observar el comportamiento y el discurso de Trump durante su primer mandato con Corea del Norte muestra que tener un arma nuclear ha traído seguridad a Corea”. Esta afirmación subraya la percepción de que las potencias nucleares son menos propensas a ser amenazadas militarmente.
El parlamentario iraní también menciona que, si Irán estuviera armado con armas nucleares, Trump no se atrevería a lanzar amenazas de bombardeo. Esta postura refleja un sentimiento creciente entre algunos sectores de la élite iraní que abogan por un programa nuclear más robusto, incluso sugiriendo que la prueba de un arma nuclear podría ser una opción viable para garantizar la soberanía del país.
A pesar de las amenazas de Trump en 2017, que incluyeron advertencias de “fuego y furia como el mundo nunca ha visto”, el presidente finalmente optó por la diplomacia, llevando a cabo varias reuniones con el líder norcoreano. Sin embargo, las negociaciones sobre la desnuclearización fracasaron debido a desacuerdos sobre el alivio de sanciones y el programa nuclear de Pyongyang, que ha continuado realizando pruebas de misiles.
La situación actual entre Estados Unidos e Irán es igualmente tensa. Tras la retirada unilateral de Trump del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) en 2018, que buscaba limitar el programa nuclear iraní a cambio de un alivio de sanciones, la confianza entre ambas naciones se ha erosionado. En respuesta a las recientes amenazas de Trump, Irán ha rechazado las conversaciones directas, con el líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, advirtiendo que Teherán responderá a cualquier ataque estadounidense.
La relación entre Estados Unidos e Irán sigue siendo un tema candente en la política internacional, y la posibilidad de un conflicto abierto no puede ser descartada. La retórica beligerante y las acciones provocativas de ambos lados continúan alimentando un ciclo de desconfianza y tensión que podría tener consecuencias devastadoras para la región y más allá.