
La administración del expresidente estadounidense Donald Trump ha iniciado una revisión de aproximadamente 9.000 millones de dólares en subvenciones y contratos federales otorgados a la Universidad de Harvard. Esta medida se produce tras las acusaciones de que la institución no ha abordado adecuadamente el antisemitismo en su campus, especialmente en el contexto de las protestas pro-palestinas que tuvieron lugar el año pasado en respuesta a la ofensiva israelí en Gaza.
Según un comunicado emitido por la Casa Blanca, se están revisando más de 255 millones de dólares en contratos entre Harvard y el gobierno de Estados Unidos para garantizar el cumplimiento de las leyes de derechos civiles. Además, se examinarán otros 8.700 millones de dólares en compromisos de subvenciones a la universidad y sus afiliados.
Medidas contra el antisemitismo en universidades
En febrero, el Departamento de Justicia de EE. UU. formó un grupo de trabajo interagencial centrado en combatir el antisemitismo, con un enfoque particular en el acoso en escuelas y universidades. Los funcionarios han declarado que el objetivo es coordinar la aplicación de la ley federal y «erradicar» el comportamiento antisemita en los campus de todo el país.
El mes pasado, este grupo de trabajo recortó 400 millones de dólares en financiación para la Universidad de Columbia y amenazó con retener miles de millones más a menos que la institución cumpla con una lista de demandas del gobierno de Trump. Columbia, tras aceptar muchas de las propuestas, recibió elogios de organizaciones judías, aunque también enfrentó críticas de defensores de la libertad de expresión que consideran que se trata de una intromisión federal.
La secretaria de Educación de EE. UU., Linda McMahon, expresó en un comunicado que «Harvard ha sido un símbolo del sueño americano durante generaciones», pero advirtió que «la falta de Harvard para proteger a los estudiantes en el campus de la discriminación antisemita, mientras promueve ideologías divisorias sobre la libre indagación, ha puesto su reputación en grave peligro».
El presidente de Harvard, Alan Garber, reconoció que el antisemitismo existe en el campus de Cambridge, pero defendió que la universidad ha tomado medidas para combatirlo. Garber afirmó que en los últimos quince meses se ha dedicado un esfuerzo considerable a este problema, fortaleciendo las normas y el enfoque disciplinario para quienes las violan.
Esta presión por parte del gobierno federal se produce en un contexto de creciente tensión en torno a las protestas pro-palestinas que surgieron en universidades de todo EE. UU. Los estudiantes han exigido el fin del apoyo de Washington a Israel en medio del conflicto en Gaza, que se intensificó tras el ataque de Hamas a Israel en octubre de 2023, que dejó alrededor de 1.200 muertos y 250 rehenes. Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 50.000 palestinos han muerto en la respuesta militar israelí. Universidades como Columbia, UC Berkeley, Harvard, Yale, Michigan y Northwestern se han convertido en focos del movimiento de protesta en EE. UU.