
Inauguración de la Expo 2025 en Osaka: Un evento global en tiempos de tensión
La Expo 2025 de Osaka se inauguró el pasado domingo con un espectáculo conmovedor que reunió a más de 10,000 personas cantando la Novena Sinfonía de Beethoven. Este evento, que se desarrollará durante seis meses, busca ofrecer un espacio para la unión de naciones en un contexto internacional marcado por tensiones políticas y conflictos bélicos. La elección de Osaka como sede no es casual, pues la ciudad ya había sido anfitriona de una exitosa exposición en 1970, que atrajo a 64 millones de visitantes, un récord hasta que Shanghai lo superó en 2010.
La exposición se lleva a cabo en Yumeshima, una isla artificial en la Bahía de Osaka que fue un antiguo vertedero industrial. Este año, más de 160 países, regiones y organizaciones han confirmado su participación, mostrando innovaciones en cerca de 80 pabellones arquitectónicamente singulares. El lema principal del evento, «Creando una sociedad futura para nuestras vidas», refleja el deseo de Japón de generar diálogos y colaboraciones globales que ayuden a afrontar los retos actuales. Sin embargo, a pesar de las expectativas de recibir 28 millones de visitantes, las ventas de entradas han sido lentas, alcanzando solo 9 millones en preventa, muy por debajo del objetivo inicial de 14 millones.
La Expo se produce en un contexto complicado, apenas cuatro años después de los Juegos Olímpicos de Tokio, que se celebraron sin público debido a la pandemia de COVID-19. Los organizadores están conscientes de los desafíos que enfrenta el mundo, incluyendo guerras comerciales, la invasión rusa de Ucrania y conflictos en Oriente Medio. El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, ha descrito las tensiones globales como una «crisis nacional» y ha advertido que las tarifas impuestas por Estados Unidos, especialmente un 25% sobre automóviles, podrían perjudicar gravemente a la economía japonesa. No obstante, la dirección del evento sostiene que este es un momento propicio para fomentar la cooperación internacional y superar divisiones, con la esperanza de que la Expo contribuya a fortalecer las relaciones globales.