La población de perros de pedigree en el Reino Unido ha experimentado una disminución anual del 0.9% entre 1990 y 2021, según una investigación publicada en la revista Companion Animal Genetics and Health. Este estudio resalta un incremento en las poblaciones de perros mestizos e importados desde 1990, pero revela que solo el 13.7% de los perros de pedigree domésticos registrados se utilizaron para la cría entre 2005 y 2015.
Existen más de 400 razas de perros a nivel global, cada una caracterizada por distintas apariencias y comportamientos. A pesar de que la población total de perros como mascotas en el Reino Unido ha aumentado de 7.6 millones en 2012 a 12 millones en 2021, la limitada diversidad genética en las poblaciones de perros de pedigree ha incrementado el riesgo de enfermedades hereditarias, evidenciado por la acumulación de datos sobre enfermedades específicas de raza.
Análisis de la población canina
Joanna Ilska y su equipo analizaron datos demográficos de 222 razas de perros a partir de la base de datos electrónica del Kennel Club, que incluye información sobre la raza, la ascendencia y el país de origen. Las diez razas de perros de pedigree más populares representan el 44% de la población total de pedigree, siendo los Labrador Retrievers, Bulldogs Franceses y Spaniels Cocker las más comunes.
Los investigadores encontraron que las poblaciones de perros de pedigree han disminuido notablemente desde 2010. Los Yorkshire Terriers vieron la mayor disminución en su población, con un 10.6% de reducción desde 1990 hasta 2021, mientras que los Bulldogs Franceses experimentaron el aumento más significativo, con un incremento del 22.1%.
Por otro lado, la tendencia de importación de perros de pedigree aumentó drásticamente después de 2010, con más de 3,000 perros importados anualmente entre 2011 y 2019. Irlanda fue responsable de la exportación de 11,577 perros al Reino Unido entre 1990 y 2021, seguida de Rusia con 4,396 y Polonia con 3,905.
Los autores sugieren que la caída en la población de perros de pedigree podría estar vinculada a actitudes negativas hacia la cría de perros, exacerbadas por la rutina de la castración; se estima que el 44% de los perros en el Reino Unido están castrados. Además, apuntan a que el descenso en el número de perros de pedigree puede reflejar un cambio en las preferencias hacia los perros mestizos y de raza cruzada, como los Cockapoos.
Ilska y sus coautores proponen que las estrategias de gestión para los perros de pedigree deben tener en cuenta la disminución de las poblaciones y adaptarse a las circunstancias de cada raza. El aumento en el número de perros importados utilizados para la cría podría, potencialmente, beneficiar la diversidad genética general de las poblaciones caninas.
