
El estudio de arquitectura holandés MVRDV, en colaboración con Zecc Architecten, ha presentado un ambicioso proyecto para transformar la antigua iglesia de San Francisco de Asís, en Heerlen, Países Bajos, en una piscina pública llamada Holy Water. Esta intervención busca revitalizar un espacio que ha estado vacío durante dos años, integrando un elemento social en un edificio histórico.
El diseño propone instalar una piscina en la nave de la iglesia, con un suelo ajustable que permite ocultar completamente el agua o inundar la sala con una capa superficial, creando la ilusión de «caminar sobre el agua». Esta característica brinda flexibilidad al espacio, permitiendo su uso para diferentes actividades y eventos.
Winy Maas, socio fundador de MVRDV, destaca que este enfoque no solo preserva la esencia arquitectónica de la iglesia, sino que también mejora la experiencia visual mediante la reflexión del agua, haciendo que el interior del edificio parezca más amplio. Los bancos de la iglesia se reutilizarán como asientos junto a la piscina y en la zona de cafetería, mientras que las ventanas de vitrales seguirán iluminando el espacio con luz de colores. El antiguo púlpito se convertirá en el nuevo asiento del socorrista, integrando así elementos históricos en la nueva funcionalidad del lugar.
Los visitantes tendrán la oportunidad de explorar los pasillos originales y observar la piscina desde las ventanas arqueadas, que también conducirán a los vestuarios y a una acogedora cafetería situada en la parte trasera. El suelo de la instalación contará con un mosaico diseñado en colaboración con artistas locales, en homenaje a la rica cultura mural de Heerlen.
La transformación de un edificio religioso en una instalación pública presenta desafíos significativos, especialmente en lo que respecta a la conservación de sus características históricas. Para abordar esto, el equipo de diseño ha previsto el uso de paredes de vidrio para la compartimentación, aislamiento exterior y sistemas de aire discretos en el sótano. Además, el techo original de la iglesia será preservado, complementado con paneles acústicos para mantener la sonoridad del espacio.
Maas subraya la creciente tasa de desuso de las iglesias y la necesidad de encontrar nuevas funciones para estos edificios. Propone que la creación de piscinas públicas puede devolver a las iglesias su función social original. Sin embargo, los interesados en disfrutar de este nuevo espacio de esparcimiento deberán esperar hasta 2027, cuando se espera que Holy Water esté abierta al público.