
Un grupo de investigadores brasileños ha llevado a cabo, por primera vez, un estudio exhaustivo sobre la densidad poblacional de cinco especies de ciervos en el bioma de la Selva Atlántica. Este trabajo, publicado en el Journal of Applied Ecology, ha permitido medir los factores que influyen en la cantidad de ciervos por kilómetro cuadrado en áreas forestales, revelando una clara correlación entre la baja densidad de estos animales y las presiones antropogénicas, como la caza, la depredación por perros domésticos, enfermedades transmitidas por el ganado y la competencia con especies invasoras como el jabalí.
Resultados del estudio y su relevancia
El profesor Márcio Leite de Oliveira, de la Universidad de Araraquara (UNIARA) y autor principal del artículo, señala que la evaluación de estas poblaciones ha sido un desafío, dado que los ciervos que habitan en bosques son difíciles de detectar. Después de más de una década de trabajo, los investigadores lograron estimar la densidad de ciervos, un indicador crucial para la conservación de estas especies.
Los datos se obtuvieron a partir de muestras recogidas en 31 puntos de 21 unidades de conservación que representan la Selva Atlántica, a lo largo de Brasil. La identificación de las especies se realizó mediante análisis de ADN fecal, utilizando heces localizadas por perros especialmente entrenados.
El método de estimación de densidad desarrollado por el grupo también incorpora estadísticas que consideran la tasa de defecación de cada especie, lo que ha permitido generar datos robustos que han sido integrados en el Plan de Acción Nacional para la Conservación de Ungulados, una política pública del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil.
Los hallazgos muestran que la influencia humana sobre la densidad de ciervos es más significativa que los factores naturales, como la altitud, la pendiente y la latitud. Se verificó que la presencia de amenazas como cazadores, perros domésticos, ganado y jabalíes impacta negativamente en las poblaciones de ciervos. Sin embargo, un aspecto positivo emergió del estudio: la cantidad de guardaparques en las unidades de conservación está relacionada con una mayor densidad de ciervos, sugiriendo que la protección activa puede resultar beneficiosa para estas especies.
La densidad más baja registrada fue de 0.14 individuos por km² para el ciervo de los pantanos (Mazama rufa) en el Parque Nacional de las Araucarias, en el estado de Santa Catarina, mientras que la más alta se encontró en la Reserva Biológica de Sooretama, en Espírito Santo, con 18.17 ciervos rojos (Passalites nemorivagus) por km². La media de densidades en las áreas muestreadas osciló entre 1.47 y 3.42 individuos por km².
Este estudio proporciona un parámetro valioso sobre la situación actual de los ciervos en la Selva Atlántica. Se sugiere que sería beneficioso repetir estas estimaciones cada cinco o diez años para evaluar los cambios en las poblaciones y guiar las estrategias de conservación basadas en evidencia.