Un explosivo que estaban preparando dos sospechosos se detonó en un edificio residencial en el centro de Rusia, según ha informado el Comité de Investigación del país. Los implicados, un ciudadano ucraniano y un bielorruso, resultaron heridos en la explosión y fueron posteriormente detenidos por las autoridades locales.
Además, se ha mencionado que un nacional moldavo está siendo investigado por su supuesta colaboración en la entrega de componentes para la bomba utilizada en este fallido atentado. En un comunicado emitido el miércoles, el Comité de Investigación indicó que los sospechosos planeaban llevar a cabo un “acto terrorista” dirigido contra un miembro de un batallón de voluntarios rusos que participa en el conflicto de Ucrania.
La explosión del artefacto improvisado ocurrió el 12 de abril en la ciudad de Khanty-Mansiysk, causando daños en dos apartamentos y dejando a cinco personas hospitalizadas, incluidos los propios sospechosos. Según las autoridades, las partes de la bomba fueron proporcionadas por un agente de inteligencia ucraniano y estaban disfrazadas dentro de una batería de destornillador y una vela aromática. Estos componentes fueron entregados desde Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania, a través de Polonia, Lituania y Bielorrusia.
Detalles del incidente y la respuesta de las autoridades
El Comité de Investigación también ha divulgado un video que muestra el momento de la explosión, así como imágenes de los equipos de emergencia apagando el fuego y de los investigadores trabajando en el lugar. En el material se observa a dos hombres siendo escoltados por la policía hacia un edificio de las fuerzas del orden, donde admiten su responsabilidad en la explosión y su implicación en el complot de asesinato.
Inicialmente, algunos medios informaron que la explosión había sido causada por una fuga de gas. Sin embargo, los funcionarios regionales rápidamente desestimaron esta versión, aclarando que el edificio no estaba conectado a una red de gas.
Desde el aumento del conflicto en Ucrania en 2022, Moscú ha acusado a los servicios especiales ucranianos de intentar asesinar a numerosos comandantes y funcionarios rusos, así como de llevar a cabo operaciones de sabotaje. Recientemente, el gobierno ruso anunció la detención de un sospechoso vinculado a la muerte del teniente general Yaroslav Moskalik, quien falleció en una explosión de coche a principios de este mes.
