
Eli Lilly, uno de los gigantes farmacéuticos, ha presentado sus resultados financieros del primer trimestre de 2025, superando las expectativas de los analistas en cuanto a ingresos y ganancias. La demanda de sus medicamentos para la diabetes y la pérdida de peso ha experimentado un notable aumento, aunque la compañía ha ajustado a la baja su previsión de beneficios para el año debido a cargos relacionados con un reciente acuerdo de tratamiento contra el cáncer.
En términos de ganancias ajustadas, Eli Lilly espera cerrar el ejercicio con un rendimiento de entre 20,78 y 22,28 dólares por acción, una revisión a la baja respecto a la guía previa de 22,50 a 24 dólares. Este ajuste se debe a un cargo de 1.570 millones de dólares registrado en el primer trimestre, vinculado principalmente a la adquisición de un medicamento oral contra el cáncer de Scorpion Therapeutics.
A pesar de esta revisión, la compañía ha mantenido su previsión de ventas para 2025, que se sitúa entre 58.000 y 61.000 millones de dólares. Eli Lilly ha indicado que esta estimación incluye los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump a partir del 1 de mayo, aunque no contempla los gravámenes planeados sobre los medicamentos importados a Estados Unidos.
Inversiones en manufactura y política fiscal
En una entrevista con CNBC, el CEO de Eli Lilly, Dave Ricks, destacó que la empresa y otros fabricantes de medicamentos ya están anunciando importantes inversiones en la manufactura dentro de EE. UU., lo que se alinea con uno de los objetivos declarados del gobierno de Trump respecto a los aranceles. Ricks subrayó que la amenaza de tarifas está incentivando el regreso de cadenas de suministro críticas en industrias esenciales como la farmacéutica.
La compañía también abogó por mantener tasas impositivas más bajas en EE. UU., especialmente del 15% para la producción nacional, argumentando que tasas impositivas más altas han llevado a muchos fabricantes a establecerse en «islas de baja tributación» como Irlanda, Singapur y Suiza, lo que podría revertirse si se ofrece un incentivo económico adecuado.
En cuanto a sus productos más destacados, el tratamiento para la diabetes Mounjaro ha superado las expectativas con ingresos de 3.840 millones de dólares en el primer trimestre, lo que representa un impresionante aumento del 113% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Asimismo, el medicamento Zepbound, destinado a la pérdida de peso, generó 2.310 millones de dólares, superando significativamente los 517,4 millones de dólares que obtuvo en su primer año en el mercado estadounidense.
A pesar de estos resultados positivos, las acciones de Eli Lilly cayeron más de un 9% el jueves, tras el anuncio de CVS Health de que su gestor de beneficios farmacéuticos preferirá el medicamento Wegovy de Novo Nordisk en lugar de Zepbound en sus formularios principales.
Los ingresos de Eli Lilly alcanzaron los 12.730 millones de dólares en el primer trimestre, lo que representa un aumento del 45% en comparación con el año anterior. Las ventas en EE. UU. crecieron un 49%, impulsadas por un aumento del 57% en el volumen de prescripciones para Zepbound y Mounjaro, aunque esto fue parcialmente contrarrestado por precios realizables más bajos.
La compañía registró un ingreso neto de 2.760 millones de dólares, o 3,06 dólares por acción, en el primer trimestre, en comparación con un ingreso de 2.240 millones de dólares, o 2,48 dólares por acción, en el año anterior. Excluyendo elementos únicos relacionados con el valor de activos intangibles y otros ajustes, Eli Lilly reportó ganancias de 3,34 dólares por acción.
La creciente demanda en EE. UU. ha superado con creces la oferta de Zepbound y Mounjaro en el último año, lo que ha llevado tanto a Eli Lilly como a su competidor Novo Nordisk a invertir miles de millones para aumentar su capacidad de producción. Estas iniciativas parecen estar dando sus frutos, ya que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) reafirmó en diciembre su decisión de declarar que la escasez de tirzepatida, el ingrediente activo en Zepbound y Mounjaro, ha terminado, lo que limita a muchas farmacias de compuestos la posibilidad de comercializar versiones más baratas y no aprobadas de este medicamento.